- El amor por el arte se lo fomentaron sus padres y donde ella se desarrolló
- Sus composiciones son parte de una sola vibración, así se vivió en la presentación
Yanelí Diarenia Martínez Pérez no es de aquí, viene de un paraje michoacano cerca del bosque, eso y una vida cerca de artistas y amigos “hippies” de sus papás la inclinaron hacia el mundo del arte y específicamente de la música y el canto. Con el esfuerzo de su propio trabajo y la colaboración de una familia de músicos que reunió en esta ciudad logró su primera producción discográfica, ella participó en cada uno de los procesos, este es el inicio de un camino de flores que apenas comienza a sembrarse.
Cuando una joven a corta edad tiene muy claro su objetivo en la vida como Yanelí esa historia tiene siempre un antecedente, sus padres se dedicaron de siempre a la música y la plástica, fueron ellos y su propio entorno quienes fomentaron en la niña un especial interés por la creatividad. Ella en aquel tiempo no se imaginó la producción de un disco, pero lo que sí supo desde aquel momento es que iba a dedicarse a cantar.
Cuando llegó a Aguascalientes la posibilidad de estar cerca del arte se volvió algo más concreto, profesional, ella empezó a estudiar música, ahí se dio cuenta de las posibilidades que ella tenía para lograr un proyecto concreto, luego comenzó a relacionarse con otras personas vinculadas con el arte.
Al mismo tiempo en que Yanelí se encontraba en el proceso de creación de la letra de cada una de sus canciones también escuchaba ya dentro de sí el ritmo con el que quería escucharla, su intención era que en cada una de sus interpretaciones todas las vibraciones se convirtieran una sola y fue una experiencia que comprobó el día de la presentación de su primer disco donde hubo una especie de conexión entre los ahí presentes.
Todas sus composiciones musicales vienen de sus sencillas experiencias de la vida, de una tarde de lluvia, de un mimo, después de ver la realidad destina un tiempo para pensar y luego crear la letra, se requiere de un ambiente particular, de un momento específico.
Luego vino el momento para pensar en el disco y para comenzar la historia recordó a su mamá que para hacerse de dinero se dedicó a pintar y vender lo que hacía, ella pensó en de igual manera buscar la forma de hacerse de dinero a través de lo que le gusta la música. “Yo no quiero vivir de algo más que sea la música y que más que lo que soy en este momento, ahí pensé en la posibilidad de grabar”.
Conforme se fue involucrando más con la producción del disco y la forma en que lo presentó, quería que todo quedara de la mejor manera para trasmitirles a las personas esa sensación de armonía que en ella provocó empezar este viaje musical. En este inter lo que más tiempo le llevó fue la grabación.
“No tengo ningún patrocinio, fue trabajo en vender algo de pintura, lo vendía, juntaba para grabar en el estudio unas canciones y luego tras, luego para la masterización y luego para comprar cosas que no se consiguen aquí y hay que ir hasta México”.
Ahora después de esta primera presentación ha pensado en estar en otros lugares para mostrar su trabajo y de igual manera piensa en la posibilidad de hacer cuantos discos se puedan en adelante.




