Si bien es cierto que los resultados nacionales, obtenidos en las pasadas elecciones, dejaron un sin número de lecturas; cierto es también, que dejaron igual número de posturas en una ciudadanía amedrentada, en una ciudadanía desgastada, en una ciudadanía deprimida, en una ciudadanía incrédula; pero que a pesar de todo, vive atada a la esperanza de que algún día llegará, quien bien la ha de gobernar.
Y muestra de este fenómeno lo vivimos aquí en Aguascalientes, en donde a pesar del lodo electoral, que fue mucho, y mejor nos lo saltamos; emerge una figura alta, delgada, de rostro más bien serio, pero en donde los ojos profundos y brillantes reflejan inteligencia y lucidez y cuyas grandes y cuidadas manos denotan al mismo tiempo suavidad y firmeza; no le tengo que aclarar al estimado lector, que hablamos de Lorena Martínez, cuyo contundente triunfo electoral habla por sí mismo.
Porque Lorena arrasó, no sólo como efecto de una campaña mediática excelente, sino como consecuencia de un gran trabajo personal realizado con método y organización, que cautivó hasta los más escépticos.
Un trabajo impecable que simple y sencillamente trascendió en todos los estratos sociales; sólo por ejemplificar, permítame contarle una anécdota.
Resulta que un niño de escasos 8 años de edad, hijo de una amiga de la familia de Lorena, cierta tarde pidió a su madre le diera algunas pulseras alusivas a la campaña; pero antes de otorgárselas la señora inquirió diciendo, pero fulanito, si apenas ayer traías como seis amarradas en la mano, a lo que el crío respondió rápidamente, pues sí, pero las niñas de mi salón me las quitaron, porque estaban jugando a que eran Lorena Martínez y ¡ Andan en campaña !
Y así, la señora que quería a fuerzas votar por ella, a pesar de que su domicilio estaba situado en Jesús María; o la que se indignó al no verla en la boleta marcada para Gobernador.
Lo cierto es que Lorena levantó una expectativa espectacular, por la necesidad de un buen gobierno, que seguramente concretará; ya que como decía mi abuelita: “La única recompensa del trabajo bien hecho, es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho”
