Hasta La Purísima llega el “primer borrador” del acuerdo al que habrían llegado los alcaldes, diputados locales y el gobierno estatal para “resolver” la quiebra en la que se encuentran las finanzas públicas de los municipios de Aguascalientes. Como en el juego de la pirinola, todos saldrían ganando, en un esquema como el que se detalla a continuación:
Los alcaldes, obtendrían del gobierno del estado una reasignación presupuestal que les otorgara el 50% de las participaciones federales que les serán rasuradas.
El gobierno estatal, obtendría la venia para el crédito que ampliaría la capacidad de la planta de tratamiento de aguas que opera FYPASA y que endeudaría al estado por más de 20 años a un costo de 5 millones de pesos mensuales.
Y los diputados locales, obtendrían una compensación extraordinaria, preparando el fin de su periodo de sacrificio en el Congreso.
En ese punto se encontraban las negociaciones, al menos hasta ayer.
A la misma hora que eso se discutía en el congreso estatal, en la sede estatal del PRI las distintas corrientes intentaban mandar un mensaje de unidad, que sonaba hueco, mientras los conflictos hacia dentro del tricolor se recrudecen.
En el equipo de Gabriel Arellano se quejan de lo que califican como un constante golpeteo de parte del grupo que encabeza el senador Carlos Lozano, a quien se le nota un semblante triunfalista, en medio de la andanada de acusaciones por los supuestos malos manejos en los que se habría incurrido con la compra del helicóptero.
Pero el sentimiento que se está generando al interior del PRIcolor, lejos de beneficiar a Lozano, podría victimizar a Gabriel ante los ojos de una militancia que por muchas diferencias que pueda tener con el gobierno de Arellano, saben que es la cara más visible del priísmo actualmente, y que no le pueden dar la espalda.
Menos, cuando a Gabriel no se le puede dar por muerto en la carrera por el 2010, pues cuando menos, hay dos métodos de elección interna en los que es altamente competitivo.
Uno sería la consulta a las bases, en las que el aparato municipal le daría un respaldo significativo, y la otra sería el acuerdo desde el centro, para lo cual su principal patrocinador es, ni más ni menos, que el bebesaurio Enrique Peña Nieto, promotor de la desigualdad social, a decir de sus propias palabras.
Peña ha confiado que, si de preferencias se tratara, en el caso de Aguascalientes, su number one es el alcalde de la capital, con quien se ha reunido en varias ocasiones en el Estado de México. Aunque, ni tarda ni perezosa, Lorena Martínez ha trabajado un acercamiento con el gobernador del Estado de México, que le permita estar en su ánimo para el 2010.
Prueba de ese acercamiento es la reciente visita al estado de Luis Videgaray Caso, quien hasta hace unas semanas se desempeñaba como secretario de finanzas de Peña Nieto. Videgaray, quien apunta como presidente de la Comisión de Hacienda, o en su defecto, de la de Presupuesto, en la próxima legislatura, habría tenido un peculiar acercamiento con Lorena, y también con Paty Muñoz, con quien “hizo click” de inmediato por su dominio de los temas económicos. A grado tal, que si la candidata más sonriente del estado llegara a ocupar una curul en San Lázaro, ha encontrado un excelente padrinazgo en la persona de Videgaray, quien se presume, será el nuevo mandón en materia de política económica del PRI en San Lázaro, sustituyendo al paredista Javier Guerrero.
Volviendo con Gabriel Arellano, habría que recomendarle a sus asesores mayor fineza a la hora de planear los tiempos del alcalde. Hoy, dio una conferencia de prensa en su calidad de alcalde, se trasladó a la sede del PRI en su calidad de ciudadano (argumentando, por parte de la presidencia municipal, que era día de asueto), y volvió a realizar, por la tarde, actividades en su carácter de jefe del Ejecutivo en el municipio. No creemos, en La Purísima, que fuera imposible posponer un día su conferencia de prensa y visita pública a instituciones educativas, para guardar una mayor congruencia en el discurso.
P.D. Llegan noticias de Roberto Padilla desde Morelos, a quien acusan de ser uno de los “mapaches” electorales que el PRI ha desplegado en aquella entidad, denunciando un “fraude anticipado”. Hay dos lecturas: la primera, que Padilla está haciendo un buen trabajo, a grado tal que su nombre suena. La segunda es que “árbol que crece torcido”
