Me considero afortunado de trabajar en los medios de comunicación, me ha traído satisfacciones sin límite y he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas. Cierto, no es la profesión mejor pagada, y menos si tu opción es la radio y televisión de perfil cultural, pero tampoco te mueres de hambre y eso sí, tengo la satisfacción de decir que toda mi vida me he llevado el pan a la boca haciendo lo que me apasiona y que es algo de lo que estoy convencido. Seguramente, si me hubiera dedicado a hacer radio comercial mi pensión de jubilado sería más generosa pero no me sentiría bien, habría sido infiel a mis principios y eso es algo con lo que definitivamente no quiero lidiar, así que prefiero mi honestidad y ser congruente con lo que creo, sí en efecto, ahora de jubilado puedo decir con satisfacción: “misión cumplida”.
Pues mira, toda esta divagación introductoria es para platicarte que en mis andanzas en los medios de comunicación tuve la oportunidad de conocer a Arturo Huizar, si te gusta el rock, seguramente lo recuerdas, se trata del más grande cantante de rock pesado en México, un icono en la cultura rockera de nuestro país.
Sí, tuve la oportunidad de conocerlo en su mejor época, en los años 80. La primera vez que platiqué con él fue en una entrevista que me concedió en aquella histórica gira de Comrock, ¿lo recuerdas?, es un sello discográfico creado por Ricardo Ochoa, que para esos años era el guitarrista del grupo de Kenny & The Electrics, después cambiaron a Kenny y los Eléctricos. Las bandas de rock que pertenecían a este sello discográfico eran Ritmo Peligroso, que originalmente llamados Dangerous Rhythm, Mask, Clips, más tarde Montana y finalmente Rostros Ocultos, Punto y Aparte, Luzbel, El Tri, que acababa de sintetizar su nombre de lo que originalmente era Three Souls in my mind, y claro, Kenny y los Eléctricos.
En aquella ocasión, te hablo de 1985, pude platicar con varios de ellos, con Piro de Ritmo Peligroso, con Kenny y Ricardo Ochoa, con el Cala de lo que en ese momento era Clips, y por supuesto, con Arturo Huizar. Él se unió a Luzbel en 1985, fue su tercer vocalista y encontró con el guitarrista y fundador de Luzbel Raúl “Greñas” un excelente cómplice para formar con él una de las mancuernas más creativas en el rock hecho en México.
Con Luzbel, Huizar grabó el disco Pasaporte al infierno en 1986, uno de los mejores discos de metal mexicano, con temas como el homónimo, el clásico “Por piedad” que más tarde retomó en su producción solista, “Atrapado en el Metal”, e “Hijos del Metal”. Después de esta grabación, Huizar dejó la agrupación y en su lugar entró Juan Bolaños, cuarto cantante de Luzbel.
Huizar inició una exitosa carrera como solista con discos que son verdaderas referencias en el metal de México, por ejemplo, Pecado capital, El Emisario, Al final del Segundo Milenio y Pasado sin Destino.
En 1994 hubo una reunión con su antigua mancuerna, Rául “Greñas” completando la fórmula el baterista Alejandro Vázquez y el bajista Zito Martínez para grabar el disco La rebelión de los desgraciados, tuvieron éxito, de hecho, fueron ellos quienes abrieron los conciertos de Black Sabbath en México, lamentablemente Greñas decidió terminar la banda.
En 1996 Huizar forma una agrupación a la que llama Lvzbel, cambiando la u por una v y con esta formación graba el disco Evangelio Nocturno. El único testimonio que tenemos en video de Huizar en concierto de manera oficial, es el DVD llamado “Vivo y desnudo, volumen 1 y 2” grabado en el célebre Rockotitlán en la Ciudad de México. Arturo Huizar mantuvo una disputa legal por el nombre de Luzbel, hasta que, en 2016, un juez falló a favor de Raúl Fernández El Greñas.
Huizar murió a los 62 años de edad el 25 de abril de 2020 de un paro cardíaco a consecuencia de la diabetes que le acababa de ser diagnosticada.
Pero más allá de las cuestiones históricas, que por supuesto, son importantes, quiero compartir contigo mis vivencias con él, tuve la oportunidad de cultivar una buena amistad con Huizar, y si recuerdas, tocó en Aguascalientes no sé cuántas veces así que cada vez que venía nos dábamos la oportunidad de tomar una cerveza y platicar un poco. Recuerdo que en una ocasión que dio un concierto en el Teatro del IMSS, al terminar, acompañado por mi buen amigo Miguel del Río, -él hacía un programa especializado en Metal, legendario en Aguascalientes, se llamaba Línea Metálica y se transmitía los martes a las 21:00 horas por XENM, hoy la maltrecha y deteriorada Alternativa 98-, llevamos a Arturo Huizar a conocer el Castillo Douglas, nos pareció que, siendo metalero, le gustaría el lugar, nos acompañó también El Tío, no recuerdo su nombre, pero era el bajista de Huizar, y sí, el buen “Arcrudo”, como solía autonombrarse, estaba feliz viendo el castillo y creo que se puso a escribir alguna estrofa de una canción contemplando la silueta de esa finca.
Siempre que venía nos dábamos un tiempo para platicar, solía unirse a nuestras charlas, Jesús Vargas, guitarrista y bajista de algunas bandas locales, también fue operador de transmisión en XENM Radio, en aquel tiempo La Voz del Estado, te hablo de 1991 aproximadamente.
En alguna ocasión Miguel del Río y yo lo visitamos en su casa, vivía con su esposa Yazmín en Xochimilco, nos llevó a Rockotitlán y a cenar un delicioso pozole en Coyoacán; fue un buen amigo, excelente músico y mejor persona, descansa en paz Arturo Huizar.
