Consejeros del IEE no se fijarán en nimiedades… como de las boletas defectuosas
Los partidos y sus mañas
Jambo, saludó Reynoso a su regreso de Sudáfrica
Si no es cohetero sí huele a pólvora. Resulta que a algunos consejos distritales llegaron, conforme lo planeado, las boletas electorales para ser selladas. Sin embargo, algunos consejeros distritales se percataron de que las boletas, algunas de ellas, venían manchadas con tinta, aparentemente por una mala impresión de parte de Talleres gráficos de gobierno del estado.
Los menos se atrevieron a reclamar el hecho, ya que por esta razón podrían anularse varios cientos de votos. La respuesta del IEE fue que no importaba, que no se fijarán en nimiedades, aseguran algunos consejeros que se acercaron a esta redacción.
Otros fajos de boletas llegaron ya selladas a los consejos y algunas más llegaron pero sin folio. No se sabe si es por la novatez del consejo actual que estén sucediendo estas cosas o si hay malicia en algún lado por alguna razón… pero en una elección tan ríspida y violenta, con candidatos tan virulentos en ambas partes, lo menos que podría hacer el IEE es en lo que te toca, sacar un proceso electoral lo más aseado posible.
En la recta final de las campañas electorales ante la pobreza de contenido, se puede hacer un balance de quien hizo campaña publicitaria más innovadora, -algo así como lo que hacen las grandes franquicias para vendernos productos que no nos sirven, que muy probablemente nos hacen daño y que sólo nos sacaran el dinero del bolsillo-. Como es costumbre vimos los objetos comunes, playeras, cachuchas, vasos, banderas, pero algunos candidatos se esmeraron por llegar con publicidad novedosa y claro costosa, auspiciada con el dinero de sus impuestos o de algunas carteras abultadas que más tarde vendrán a cobrar los favores.
En la guerra por los despliegues de tecnología unos usaron una avioneta con un banderín alusivo a su candidato, los de enfrente rentaron globo aerostáticos, proyecciones a todo color en edificios de la ciudad contra proyecciones laser, todo impactante al ojo, pero a final de cuentas vano entreteniendo, que de nada le sirve a la gente en su diario trajín.
Jambo, fue el saludo que el gobernador nos trajo a todos de Sudáfrica, del mundial, a donde él mismo reconoció ayer haber ido de vacaciones. Ante los medios apareció ayer un Luis Armando relajado, bronceado y decepcionado del último partido de la selección, pero esperanzado en el Necaxa, como siempre.
Mientras, un tema que cedió el primer plano por unos meses a lo electoral, fue el de la modernización del transporte público, para la cual había quedado pendiente de aprobar un fideicomiso al que se destinaría parte del incremento de 50 centavos más en la tarifa de autobús urbano.
Algunos transportistas dicen que el fideicomiso ya está, no saben decir si aprobado o no, pero sí que a la fecha los mismos concesionarios no acaban de ponerse de acuerdo y que no tiene un solo peso.
Comienzan a destaparse las estrategias de guerra sucia que estarna por implementarse este próximo domingo, más allá de la legislación electoral y los debates o propuestas que la ciudadanía esperara.
Una de las tantas mañas que están vislumbrando los partidos políticos y que están orquestadas desde el Partido Acción Nacional (PAN) como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es la del proyecto de vacaciones.
Ya han quedado atrás aquellas urnas embarazadas o el típico carrusel, ahora se trata de que los partidos hacen su ahorrito en un primer término para rentar bodegas cercanas a las casillas donde ven mayor desventaja electoral, de la misma forma ocupan una parte de este dinerito para que el día de la jornada electoral acudan con los líderes de colonias o los representantes distritales para llevárselos de paseo.
Al niño de las palomas, a San Juan de los Lagos, otros a Puerto Vallarta, la cosa es desestabilizar y si se puede hasta colapsar las estructuras de movilización del voto que tenga el partido adverso.
No importa cuánto cueste, a algunos distritales les ofrecen hasta llevarse a parte de su familia, con tal de que ese día no acudan a invitar a los simpatizantes y militantes, terminando entonces con el acarreo de votos pero a un costo poco ético y de buen calibre monetario.




