Movimiento Ambiental de Aguascalientes
La situación actual ambiental relacionada con el cambio climático nos orilla a pensar en cómo solucionar o remediar la situación que nos aqueja, la mayoría piensa en plantar un árbol, en los últimos días hay campañas en las redes sociales invitando a romper banquetas y plantar, cuando se voltea a ver el frente de la casa, resulta que no hace falta llegar a ese extremo, ya que hay un cajete listo para recibir un árbol.
La bióloga Ofelia Castillo quien forma parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (SEMADESU) ha expuesto que con base en las solicitudes de la ciudadanía para derribos de árboles que están dañando casas o edificios, los árboles que no son recomendables son: araucaria, casuarina, cedro blanco, cedro limón, ciprés italiano, ficus, fresno, jacaranda, laurel de la india, palma abanico, pirul brasileño, tabachín o framboyán; todos ellos nos pueden parecer muy bellos y al verlos en el frente de otras casas deseamos que la nuestra se vea así, pero con ello, quizás estamos plantando una problemática a futuro, y será muy triste regarlo y llevarlo a que sea un precioso árbol y que nosotros mismo estemos poniendo una sentencia de muerte. La SEMADESU ha estado moviendo una infografía, ya que es la secretaría encargada de salvaguardar los árboles de la ciudad.
Yo no puedo ocultar mi favoritismo por un arbusto que en ocasiones llega a ser árbol y es el huizache, a mi punto de vista de enamorada por la vegetación nativa, puedo decir de él, que no les causará problema ya que no levantará banquetas, ni andará buscando agua en los aljibes, crecerá de a poco y podrá dar una de las mejores sombras que habrán sentido, florea dos veces al año y la flor es de color amarillo que es el color de Aguascalientes, el aroma de su flor es increíble, sin ser tan fuerte como el huele de noche, se ha tomado su aroma para hacer perfumes, y a nivel de etnobotánica hay quienes le atribuyen propiedades curativas. Es muy probable que alguna vez hayan quitado este arbusto, diciendo hay que desmalezar como suele pasar en nuestro querido estado, pero estos ejemplares vuelven a resurgir. En estos días podemos verlo “reventar banquetas”, su semilla reclama su tierra, pero la humanidad no lo escucha.
Cabe destacar que desde ya varios trienios las autoridades municipales ya no los retiran como antes y los podemos ver en los camellones, algunos de hasta más de un metro de alto, lo cual proporciona beneficios ambientales y les ahorra a los municipios presupuesto ya que no invirtieron en un árbol de invernadero.
Y esto me lleva a una acción más allá de plantar un árbol y es al programa permanente que tenemos en Movimiento Ambiental llamado “Árboles Nativos Resilientes” que comanda la familia del doctor Víctor Salazar, este programa tiene como propósito ubicar los árboles que nacieron y se están desarrollando en las áreas naturales, así como en camellones y darles asistencia, y dejar una ficha con los beneficios que proporcionan al ecosistema, entre los árboles más comunes se encuentran el mezquite y el huizache. Así que, si no es de su posibilidad plantar, puede siempre ayudar a un árbol nativo a que se desarrolle y a defenderlo.
Lo que nos lleva a otra acción que podemos hacer y es la defensa de las áreas naturales para que no haya desarrollos innecesarios que quitan toda forma de vida, esto fomentando más concreto y menos áreas de biodiversidad e infiltración de agua, una forma eficaz de ayudar es siendo parte de la cultura de la denuncia o con solo un reporte ciudadano si puede llegar a ser necesario.
Y si ustedes no pueden plantar un árbol o realizar el rescate de los ya existentes, hay muchas otras acciones, entre esfuerzos individuales y colectivos, que pueden hacer la diferencia.
Ejemplo: cuando consumo se convierte en consumismo, cuando tomamos más de lo que necesitamos, cuando las compras rebasan hasta la capacidad de uso, cuando acumulamos en lugar de darle otra oportunidad a las cosas, de hacer trueque, de entrarle a la economía social, solidaria y sostenible. Dejar el consumismo es un acto de amor al planeta.
Bajar el consumo de carne, que es una de las causas de la producción de gases efecto invernadero, puede ser provocador, porque hasta los que dejamos de comer carne antes nos gustaba, pero no es el punto, sino dar un paso adelante en el cuidado del medio ambiente.
Otro punto no menos importante, podemos exigir políticas públicas enfocadas en los objetivos del Desarrollo Sostenible, es más, qué digo desarrollo, pedir a las y los tomadores de decisiones que realicen un modelo de decrecimiento sereno o llamado también decrecimiento sostenible.
Participar con las asociaciones civiles en sus acciones y leer sobre temas medioambientales, porque nunca es suficiente el conocimiento de la biodiversidad y la observación de ésta para querer y respetar el lugar donde nos tocó vivir, el planeta Tierra (Gaia). Por cierto, estando en cualquier punto donde las temperaturas son elevadas y el agua escasea, sean tan amables de ofrecer un poco del vital líquido a nuestras especies hermanas.
En sí no puedo contestar a la pregunta de si un árbol es la solución al cambio climático, pero lo que sí sé es que sentir la sequía, la falta de agua, nos ha movido como humanidad y eso es muy importante.
