México despierta y se regenera después de 90 años de tener un sistema político dictador. Con este adjetivo calificativo podemos nombrar a la serie de actores y métodos que han gobernado este país. La Real Academia de la Lengua Española define al dictador como “persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos extraordinarios y los ejerce sin limitación jurídica”. Y eso es exactamente lo que le ha sucedido a México, pues los partidos monopolizadores de conciencias, arrogantemente se asumían como vencedores, desde hace 4 años, de la Presidencia de la República del proceso electoral 2012.
Supusieron que sus artimañas de intimidación y empobrecimiento social seguirían manteniéndoles en el poder, como sucedía desde hace un siglo. Su régimen, generador de pobreza y miedo, está exhalando su último aliento y el PRI y el PAN están por pagar una factura carísima por el saqueo, despilfarro, abuso y despotismo en contra de la nación.
Hace todavía 6 meses el PRI, sin conocer e ignorando la voluntad popular, se vanagloriaba de tener la Presidencia en las manos. Pecaron de soberbios, al resultarles en varios Estados su política de hambre para crecer en estructuras y ganar elecciones, siempre con bajísima participación ciudadana y con manejo arbitrario de recursos públicos.
El PAN por su parte pasó la mayor parte del tiempo destrozándose entre sí, buscando la carroña que el PRI iba dejando y haciéndose pedazos por espacios de poder. No alcanzaron a cicatrizar sus heridas ante un proceso interno devastador para elegir quien sería su candidato a la Presidencia. Finalmente Josefina utilizó la maquinaría que había estado aceitando como Secretaria de Desarrollo Social Federal y de Educación Pública y se posicionó como la abanderada blanquiazul. Josefina en su primer discurso como candidata presidencial minimizó a Andrés Manuel López Obrador, mencionando que la lucha por los Pinos estaba sólo entre ella y Peña Nieto. El destino le dio una cachetada y la ciudadanía la espalda, pues hoy las intenciones del voto la han dejado rezagada.
Si bien las famosas encuestas no evidencian totalmente la voluntad ciudadana, si dan un parámetro de las intenciones del voto, y en estas se ha comenzado a reflejar el hartazgo social por los malos gobiernos que han encabezado el llamado “PRIAN”, pues estos dos partidos han sido los únicos que han gobernado el país, sin dejar espacio a la alternancia y ufanándose de una democracia simulada que ha hundido cada vez más al país en pobreza e injusticias.
Hoy esas intenciones de cambiar de manera real al sistema político de México, sin ficciones, son cada vez más palpables. Los avances tecnológicos en las comunicaciones y las ganas de informarse de la ciudadanía son los grandes enemigos de estos partidos tradicionales. Sin embargo, la modernidad y apertura informativa, sin censura y en tiempo real, se han convertido en un aliado indiscutible del cambio verdadero.
Irresponsable sería capitalizar el despertar ciudadano a favor de una corriente política, sin embargo las opciones que tiene la sociedad son limitadas y generalmente coartadas. La movilización ciudadana está generando ya una revolución intelectual y con ello el derrocamiento de aquellos que se sienten ya dueños del país. El voto de castigo será contundente y el crecimiento de la democracia efectiva se dará de manera constante y escalonada.
Históricamente las estructuras movidas por la dádiva, han colocado y mantenido a malos gobiernos en el país. Esta vez la voluntad y una juventud activa definirán el rumbo político y el futuro de esos caciques del poder. Y para muestra un voto. El 17 de mayo pasado, la Universidad Nacional Autónoma de México, en un ejercicio de concientización electoral y de participación ciudadana, realizó lo que ellos llamaron “simulacro electoral”.
De acuerdo con resultados preliminares, el candidato del Movimiento Progresista: Andrés Manuel López Obrador, arrasó al obtener 85.61% de los sufragios. En segundo lugar se colocó el priista Enrique Peña Nieto, con 5.19%, seguido de Gabriel Quadri (Nueva Alianza), con 4.87%, y en último lugar se ubicó la panista Josefina Vázquez Mota, con 4.33%. ¿Así se dicen ir al frente de las preferencias del voto? ¡Qué barbaros!
Era un resultado un tanto predecible, pues la comunidad estudiantil y el cuerpo docente de la UNAM, tiene perfectamente claro que sería un retroceso regresar al poder al PRI y un estancamiento mantener al PAN. Son un sector sumamente analítico y crítico de la sociedad al tener un nivel intelectual alto, por lo que no son víctimas de la manipulación de los monopolios televisivos. Ellos no se dejan llevar por los personajes de telenovelas y saben quién es el verdadero peligro para México.
La jornada electoral simulada fue convocada por trabajadores y estudiantes de la UNAM, iniciándose a las diez de la mañana y concluyendo a las seis de la tarde, arrojando los primeros resultados del conteo rápido después de las nueve de la noche. Maricarmen Lagarde, trabajadora de esa universidad y una de las organizadoras de dicha jornada, aseguró que se instalaron 25 casillas en CU y otro número similar en los CCH y preparatorias de la UNAM, contando también con observadores y escrutadores que garantizaron la transparencia en dicho ejercicio de educación electoral.
Las casillas fueron instaladas en facultades como las de Filosofía, Derecho, Economía; Arquitectura, Ingeniería, Medicina, y en las cinco de Estudios Superiores, en Acatlán, Aragón, Iztacala, Cuautitlán y Zaragoza. Participaron más de 4 mil estudiantes y 18 mil profesores y trabajadores de la comunidad universitaria.
Varios medios, de tendencia priísta y panista, tuvieron un lapsus de objetividad y veracidad, pues publicaron los resultados de la UNAM, dejando claro cuáles son las verdaderas intenciones de cambio de una sociedad más consciente de la realidad tan terrible que vive en país. Milenio, Crónica y Reforma dieron a conocer con el dolor de su corazón que el vencedero indiscutible del simulacro electoral universitario fue AMLO. Reforma incluso en su última encuesta publicada el día de ayer da a conocer un empate entre Andrés Manuel y Peña Nieto. Un rezago evidente de Josefina y la inexistencia de Quadri.
Otro “milagro informativo” y lapsus de franqueza le dio también al director de Consulta Mitofsky, Roy Campos; quien sorprendentemente refirió en Radio Formula que no sólo en el Distrito Federal, sino que a nivel nacional, el candidato del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, es quien ha hecho mejor campaña, subiendo del día 1 a la fecha, cerca de 4.5 puntos. Hasta dijo, textual, que “Ningún otro ha subido lo que él…, parece que le funcionó su campaña de lo amoroso, a final de cuentas sus negativos ya son iguales a los de Josefina Vázquez Mota y a los de Enrique Peña Nieto”, y lo dijo en una entrevista con Denise Maerker a nivel nacional.
Con este despertar ciudadano y con el consecuente acorralamiento social a los medios de comunicación para que emitan objetivamente la información en el proceso electoral, nos damos cuenta que las ansias de cambio están por surtir efecto. El PRI y el PAN siguen la doctrina que expusiera Adolfo Hitler en 1933, cuando dijo que “Las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña”. Afortunadamente para México, el teatrito se les está por caer, pues la razón y la justicia serán las banderas de la decisión consciente de los mexicanos el próximo 1 de julio.
En Aguascalientes tendremos la oportunidad de escuchar la culminación de un proceso histórico en la campaña de Andrés Manuel López Obrador. A las 12 del día del 11 de junio próximo, en la Plaza principal; miles de personas se darán cita para refrendar que la idiosincrasia mexicana ha cambiado, hemos despertado y la movilización ciudadana arrojará fuera del poder a los terribles gobernantes que hemos tenido. Todo era cuestión de voluntad, pues las soluciones para transformar el país son solo ciudadanas.
* Presidente del Movimiento Ciudadano
