Los vision boards, o tableros de visión, se han popularizado como herramientas para materializar objetivos personales y profesionales. Consisten en collages de imágenes, palabras y frases que representan metas y aspiraciones, con la intención de que su visualización constante impulse su consecución. Pero, ¿qué dice la psicología sobre su eficacia?
Desde una perspectiva neurocientífica, se argumenta que los vision boards pueden influir en la mente al activar el Sistema Reticular Activador Ascendente (SARA). Esta red neuronal filtra la información sensorial, determinando en qué enfocamos nuestra atención. Al visualizar repetidamente nuestras metas, el SARA podría predisponernos a reconocer oportunidades relacionadas con ellas en nuestro entorno cotidiano. Por ejemplo, si deseamos adquirir un modelo específico de automóvil, es probable que comencemos a notar ese vehículo con mayor frecuencia en las calles.
La neurocientífica Dra. Tara Swart explica que observar imágenes en un vision board prepara al cerebro para identificar oportunidades que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas. Esto se debe a un proceso cerebral denominado “etiquetado de valor”, que asigna mayor importancia a las imágenes, facilitando su impresión en el subconsciente y filtrando información innecesaria. Además, el cerebro procesa las imágenes más rápidamente que el texto, lo que podría potenciar este efecto.
La comunidad psicológica mantiene opiniones divididas respecto a la eficacia de los vision boards. La psicoanalista Agustina Fernández señala que estas herramientas pueden ser útiles para visualizar objetivos personales y aumentar la conciencia sobre nuestras metas. Sin embargo, advierte que no basta con la visualización para alcanzarlas; es esencial acompañarla con acciones concretas. Además, destaca que los vision boards trabajan con deseos conscientes, mientras que, desde el psicoanálisis, se reconoce la influencia significativa del inconsciente en nuestro comportamiento.
Por otro lado, el psicoanalista Jorge Catelli critica estas prácticas, considerándolas técnicas antiguas que, aunque renombradas, suelen conducir al fracaso en términos de efectos duraderos. Catelli argumenta que métodos como los vision boards intentan desconocer la complejidad del aparato psíquico, especialmente la existencia del inconsciente y la división subjetiva, aspectos fundamentales en la teoría psicoanalítica.
Personalidades influyentes han compartido sus experiencias con los vision boards. Oprah Winfrey, reconocida presentadora y empresaria, ha manifestado su uso de estos tableros para visualizar y alcanzar sus objetivos. En una ocasión, elaboró un vision board con la imagen de Barack Obama y el vestido que planeaba usar en su inauguración presidencial, simbolizando su deseo de verlo como presidente.
Si bien los vision boards pueden servir como herramientas motivacionales y de enfoque, es fundamental reconocer que su eficacia depende de la acción deliberada y el compromiso hacia las metas establecidas. La visualización por sí sola no garantiza resultados; debe complementarse con planificación estratégica y esfuerzo constante. Además, es importante considerar la complejidad de la mente humana, donde factores conscientes e inconscientes influyen en nuestro comportamiento y en la consecución de nuestros objetivos.
En resumen, los vision boards pueden ser útiles como parte de un conjunto más amplio de estrategias para el desarrollo personal y profesional, siempre que se utilicen con una comprensión clara de sus limitaciones y se acompañen de acciones concretas hacia la realización de las metas propuestas
