Por un buzón secreto te escribo desde hoy a ti, José Luis, que te encuentras en el 2 de enero de 1973. Sé que estás inquieto por el futuro, que te preocupan muchas cosas, pero que también tienes muchos sueños y anhelos. Por eso te escribo desde el 2 de enero de 2013. Para darte ánimos y decirte que no te preocupes. Sucederán muchas cosas que ni siquiera puedes imaginar. Pero te quiero decir que aquí estamos, tú y yo, fundidos en este momento, con los mismos ánimos y anhelos hacia el futuro, deseando que nuestro yo mismo de 2033 nos escriba para decirnos que no nos preocupemos.
Primero lo primero, tu familia, nuestra familia, esposa, hijos -hijas en realidad-, mucho mejor de lo que te imaginas. Cuando te casas dices eso de que en salud y enfermedad, en lo próspero y en lo adverso; pues bien, tómalo en serio, porque vienen momentos difíciles. Pero gracias a ellos, tu vida personal y tu vida de pareja se han hecho mucho mejores. Todo ha sido para bien. Por último, disfruta mucho a mamá y a papá. Te lo digo hoy, porque hoy precisamente es un día especial.
No abundo más en lo personal, ya te escribiré luego sobre esto, porque esta carta la verán hoy mismo muchas personas en diversas partes del país y del mundo. Esto es precisamente lo que ha hecho que mi mundo sea muy distinto al mundo que vives en el 73. La magia de las telecomunicaciones ha puesto tanta información al alcance inmediato de tus ojos; cualquier duda puede tener una respuesta, cualquier tipo de respuesta, al alcance de tu televisión que conoces porque además, desde un emisor-receptor del tamaño de tu palma te conecta a cualquier parte en un instante. Gracias a que todos podemos acceder a información de manera inmediata, el mundo ha cambiado en estos 40 años más de lo que cambió en un siglo antes de tu tiempo.
Sí, conforme lo has planeado, harás en pocas semanas ese viaje a América del Sur. Abre mucho los ojos, particularmente ahora que estés en Chile viviendo ese socialismo de empanadas y vino tinto impulsado por Allende y, en Brasil, viviendo la maravilla en las expresiones populares de todo tipo. No quiero desilusionarte, pero lo de Chile no perdurará. En menos de un año verás la garra del terror que impulsará, por desgracia, los cambios políticos y económicos del mundo en las siguientes décadas. En unos meses más, también se gestará otro de los elementos que han impactado fuertemente al mundo: la pugna de los poderosos por el control de los yacimientos petroleros, provocarán la primera gran crisis energética que modelará el mundo hasta estos, mis días.
En México hay inquietud por las políticas populistas del presidente Echeverría. En los dos primeros años de su gobierno se ha caído la producción, disparado la inflación y la deuda externa comienza a elevarse. Qué bueno que has decidido estudiar economía, qué bueno que lo harás en el ITAM. Qué mejor será tu decisión de continuar tus estudios en el extranjero, ya verás lo importante que es, para tu apertura y para marcar distancia del dogmatismo, que lo hagas en Alemania y no en Chicago o el MIT. Te lo digo porque, si bien es grande el daño que habrá causado Echeverría al país hasta el final de su sexenio, mucho mayor será el daño que causará la política que nos vendrán a imponer los dueños de la banca internacional. En cuatro décadas, primero por el populismo, y después por el neoliberalismo –ya pronto conocerás este término- México dejó de crecer al menos 3 por ciento por año. Esto es, en vez de seguir creciendo al 6 por ciento anual, crecerá en promedio menos de 3 por ciento por año, apenas lo suficiente para igualar el crecimiento de la población. Eso hará que los mexicanos perdamos la posibilidad de tener hoy, en 2013, una economía 2.3 veces más grande de la que hoy tenemos. Si hubiésemos seguido con la tendencia que tuvimos entre 1950 y 1970, hoy nuestro ingreso por persona estaría muy cercano al de los Estados Unidos.
Aclaro tus dudas: Franco es mortal; Alemania se unificará; el bloque soviético se desvanecerá; Estados Unidos tendrá un presidente afroamericano, no hay hoteles en la luna. No hubo tercera guerra mundial. Al menos no con armas y de manera abierta, ya que la guerra se ha disfrazado de economía global. Seguimos sin saber quién mató a Kennedy y perdimos la oportunidad de cambiar el país cuando el PAN sacó al PRI de Los Pinos.
La guerrilla de Genaro Vázquez nunca prosperó, pero surgió un movimiento de base armado en Chiapas que ha evidenciado la fortaleza de nuestra identidad cultural autóctona y puesto en duda la viabilidad del sistema político-económico que hoy nos domina, a nivel nacional e internacional. Pero lo que realmente nos ha puesto en jaque como sociedad es el crecimiento del narcotráfico, sobre todo, la cuestionable incapacidad gubernamental para acotarlo. No obstante, nos hemos ido acostumbrando a la dictadura mediática a través de las televisoras que, a pesar de los avances en telecomunicaciones -por la extensa pobreza-, una gran parte de la población nacional aún depende mental e ideológicamente de éstas. De igual forma, nos hemos ido autoanestesiando consumiendo masivamente productos y costumbres de origen extranjero, ante el doloroso desvanecimiento de la economía local.
Podría decirte que el mundo es muy distinto a como lo puedes imaginar desde 1973. Los cambios se han acelerado y, aunque puedo suponer que en 20 años más se manifestarán eventos tanto o más extraños de los que a ti te parecen los sucedidos en estos 40, no puedo siquiera imaginar cómo será 2033. Espero que nuestro mismo yo de aquel año tenga a bien enviarme una carta como ésta.
Twitter: @jlgutierrez




