- Ubicada en una casona de más de 300 años de antigüedad, La Saturnina es mucho más que un restaurante; es un espacio cultural dedicado a la preservación de la gastronomía y arquitectura tradicional de Aguascalientes. Fundado por Irma González, este lugar no solo ofrece una experiencia culinaria auténtica, sino que también ha evolucionado en un foro de teatro y arte.
Desde su creación, La Saturnina se ha convertido en un referente de la cocina regional, manteniendo vivas recetas tradicionales como el mole, los chiles rellenos y el lechón, sin caer en la tentación de modificar su esencia para ajustarse a tendencias internacionales. “Todavía hay muchas personas que piensan que Aguascalientes no tiene cocina propia, pero claro que la hay. Son adaptaciones y adecuaciones de la comida nacional, y ese es uno de los logros de este lugar”, señala González.
Además de su propuesta gastronómica, La Saturnina ha apostado por las artes escénicas. En su foro teatral se presentan cuatro obras por semana, con compañías consolidadas y montajes que han sido reconocidos por su calidad. “Nos hemos enfocado en la comedia no porque sea fácil, sino porque entendemos que el público busca pasar un rato agradable con buena comida y buen teatro”, comenta Fernando López, uno de los principales colaboradores en el ámbito teatral del lugar.
Irma González destaca que este esfuerzo busca ofrecer a los actores locales un espacio independiente donde puedan desarrollar su arte sin depender de los apoyos gubernamentales. “Para mí es un orgullo ver que, después de una temporada, hay compañías que logran expandirse incluso a escenarios internacionales, como en Nueva York. Todo con esfuerzo, trabajo y dedicación”.
La Saturnina se encuentra en Venustiano Carranza #110, una calle declarada patrimonio de la humanidad, con más de 40 edificios coloniales. Abre sus puertas todos los días, excepto los martes, de 8:30 a.m. a 7:00 p.m., ofreciendo desayunos, comidas y, los fines de semana, una programación teatral que se ha consolidado como la mejor de Aguascalientes.
“Necesitamos hacer un frente por nuestro centro, por nuestra comida y por nuestros artistas”, concluye Irma González, reafirmando su compromiso con la cultura y la tradición de Aguascalientes.




