Por sí misma la música de orquesta es capaz de trasladarnos a lugares fantásticos, de avivar nuestros sentidos y sumergirnos en mundos más allá de la realidad común; no obstante su natural poder de provocar diferentes estadios entre quienes gustan de escucharla, cobra mayor fuerza e intensidad, cuando frente al escenario, además de los músicos que integran la orquesta, en una gran pantalla, vemos como un cardumen de peces se desliza al ritmo de las notas que escapan de los distintos instrumentos musicales.

Así es como en este Tercer Concierto de la Temporada de Verano de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, como ya es costumbre los viernes por la noche, el maestro Alejandro Sánchez Navarro, director invitado, presentó su obra ante el público aguascalentense, que sin duda nado entre delfines, corales y estrellas de mar.
Alejandro Sánchez Navarro, es un reconocido compositor mexicano que suele dirigir sus propias obras, además de ilustrarlas con imágenes de naturaleza que proyecta sobre una gran pantalla, dando como resultado un concierto sinfónicovisual.
Las obras presentadas por Sánchez Navarro la noche del viernes en el Teatro Aguascalientes, fueron Ibérica, Huracán Destino, Sinfonía del Mar, Zacatecas, Tesla y México-Aconcagua (La Fiesta Cósmica), siendo Ibérica la primera en sonar, y al parecer una de sus obras más reconocidas.




