Hay un nuevo líder en el mundo automotriz eléctrico y no lleva el apellido Musk. BYD, el fabricante chino con sede en Shenzhen, cerró 2024 con ingresos por 107 mil millones de dólares, superando a Tesla, que alcanzó “apenas” 97.7 mil millones. Lo que alguna vez fue un “David” tecnológico made in China, ahora domina con confianza el Goliat global de los autos eléctricos.
¿Y cómo logró BYD este rebase limpio en la pista? No solo vendiendo más, sino vendiendo mejor. Su receta: precios radicalmente más bajos, carga ultrarrápida, tecnología de punta desde los modelos básicos, y una expansión internacional cuidadosa pero firme. Mientras Tesla tropieza en su propia casa, BYD acelera sin mirar atrás.
La tecnología ya no es solo cosa de Silicon Valley
BYD dejó atrás la era de “copiar y pegar” al estilo asiático y se metió de lleno al diseño de innovación. Su sistema Super e-Platform permite cargar un auto con hasta 470 km de autonomía en cinco minutos. ¿Cinco minutos? Lo que tarda uno en revisar Instagram y quejarse del tráfico. Para ponerlo en contexto, esto duplica la potencia de carga de los supercargadores de Tesla. Mientras Elon Musk promete colonizar Marte, BYD se concentra en conquistar lo que tiene más cerca: el mercado terrestre.
Además, BYD no se conformó con vender 1.76 millones de EVs (casi igual que Tesla), sino que, sumando híbridos, llegó a 4.27 millones de unidades vendidas. Esto es casi tanto como Ford. En otras palabras, mientras algunos hacen memes, otros hacen autos.
La guerra de precios: el ‘Qin L’ como misil
El lanzamiento del BYD Qin L, un sedán eléctrico que cuesta literalmente la mitad que el Tesla Model 3 (16,500 dólares frente a 32,500), fue un movimiento quirúrgico. Porque sí, el Tesla tiene 90 km más de autonomía, pero ¿alguien que gana el salario promedio en China o Latinoamérica se va a fijar en eso si le ahorra 16 mil dólares? Claro que no.
Este tipo de vehículos está atrayendo al consumidor medio, ese que antes solo veía un EV como un sueño escandinavo. En un mercado chino donde las ventas de Tesla cayeron más del 49% en febrero, BYD vendió más de 322 mil unidades en ese mismo mes. Hasta XPeng, otra china que juega en la misma liga low-cost, le pisa los talones a Musk.
¿Qué está pasando con Tesla?
Tesla todavía lidera en valoración de mercado (800 mil millones de dólares frente a los 157 mil de BYD), y genera más ingresos netos en cifras absolutas. Pero el crecimiento no entiende de nostalgia bursátil. El problema para Tesla no es solo comercial, también es reputacional.
En Europa, el hombre cohete ha dejado de ser el genio disruptivo y se está convirtiendo en una figura polarizadora. Su cercanía a Donald Trump, sus guiños a partidos de ultraderecha como el AfD alemán, y su transformación en gurú político han hecho que hasta los compradores de autos se pregunten si además del volante hay que elegir ideología. Las ventas de Tesla en Europa cayeron 44% en febrero, y su cuota de mercado bajó a 9.6%, la más baja en cinco años. Hasta las protestas en concesionarios se han vuelto parte del paisaje.
Mientras tanto, BYD aprovecha el terreno libre. Ha invertido fuerte en publicidad (como patrocinar torneos de fútbol en Europa) y ya está vendiendo bien en Tailandia, Singapur, Australia y creciendo en Europa (+94% en 2024). Eso sí, Estados Unidos todavía es territorio vedado por los aranceles, pero si la tendencia continúa, no será por mucho tiempo.
¿Qué podemos esperar?
Tesla tiene dos caminos: ajustar su estrategia o seguir hablando de cohetes y libertades absolutas mientras pierde participación de mercado. Mientras Musk reflexiona desde su torre de X (antes Twitter), Wang Chuanfu, CEO de BYD, se concentra en hacer cosas y exportarlas.
Porque ahora, en esta era de autos inteligentes y precios competitivos, las marcas chinas no solo quieren competir: quieren liderar. Y ya no necesitan pedir permiso.
