México enfrenta un nuevo brote de sarampión con 362 casos confirmados en lo que va del año, según datos oficiales de la Secretaría de Salud federal. Aunque el titular del sector, David Kershenobich, aseguró que el brote está contenido, el incremento en los contagios ha encendido alertas sanitarias, particularmente en Chihuahua, donde se concentra el 95% de los casos (347 en total) y donde también se registró la única defunción asociada hasta ahora a esta enfermedad.
El caso fatal corresponde a una persona que no contaba con el esquema de vacunación y presentaba múltiples comorbilidades, como daño renal, hepático y diabetes. Aunque el brote ha sido contenido en los otros estados donde se han registrado casos —Campeche, Oaxaca, Sinaloa, Sonora, Querétaro y Zacatecas—, la rápida propagación del virus y el contexto de baja cobertura vacunal mantienen al país en estado de vigilancia activa.
En Chihuahua se han aplicado más de 43 mil dosis como parte de un cerco vacunal, estrategia que consiste en inmunizar tanto al círculo cercano de los casos confirmados como al personal médico expuesto. A nivel nacional, entre enero y marzo de 2025, se han aplicado más de 715 mil vacunas triple viral (sarampión, rubéola y paperas), pero aún se encuentra lejos del objetivo ideal: alcanzar el 90% de cobertura para frenar efectivamente la circulación del virus.
El sarampión, una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite por vía aérea o contacto directo, puede presentar complicaciones graves como neumonía, encefalitis o incluso la muerte, especialmente en personas con el sistema inmunológico debilitado o en menores de edad sin vacunación completa. De los 362 casos, el 50% corresponde a menores de 20 años, mientras que el resto afecta a adultos jóvenes. Además, 97 personas han sido hospitalizadas, principalmente por complicaciones respiratorias.
La Secretaría de Salud reiteró que el periodo vacacional es un factor de riesgo por el aumento en la movilidad de personas, especialmente hacia países como Estados Unidos, donde también se vive un brote activo, con al menos 481 contagios y dos muertes registradas, las primeras por sarampión en una década.
El llamado de las autoridades es claro: completar los esquemas de vacunación, especialmente en la población infantil de uno a nueve años, adolescentes y adultos hasta los 39 años, así como personal de salud que está en contacto con menores o casos positivos. También se hizo énfasis en la vacuna contra la tosferina, cuya incidencia ha repuntado este año y representa otra amenaza para la salud pública, sobre todo en menores de siete años y mujeres embarazadas.
Del 26 de abril al 3 de mayo se llevará a cabo la Primera Semana Nacional de Salud, una campaña intensiva que busca facilitar el acceso a vacunas y reforzar la conciencia pública sobre la importancia de mantener la inmunización al día. Las autoridades esperan que, con esta jornada, se logre una cobertura que reduzca de forma significativa la propagación del virus.
Mientras tanto, el brote de sarampión deja ver los efectos de la desinformación, la baja adherencia a esquemas de vacunación y las consecuencias de las brechas en cobertura sanitaria en contextos de alta movilidad. No se trata solo de cifras: la propagación de enfermedades prevenibles refleja el costo de bajar la guardia y la urgencia de recuperar el terreno perdido en salud pública.




