En otros tiempos, los gobiernos enfrentaban crisis mediáticas cuando se peleaban con algún locutor de radio o el dueño de un periódico (ya se imaginará un caso reciente en Agüitas). Entonces, el poder de los medios estaba centralizado y los gobernantes solo se preocupaban por ese frente.
Con el tiempo, llegó el boom digital y empezó a generarse contenido específico para redes sociales. En un inicio, algunos políticos despreciaban esas plataformas asegurando que “las redes no dan votos”; mientras tanto, otros comenzaron a invertir fuerte en estrategias digitales, entendiendo que el juego había cambiado. Así surgieron fenómenos como Samuel García, El Bronco o el propio Andrés Manuel López Obrador, quien logró convertirse en referente digital tanto en campaña como en su sexenio, gracias a su posicionamiento constante en las tendencias.
Realidades o historias
Pero las redes también pueden crear percepciones distorsionadas. Basta con ver algunas transmisiones de políticos o diputados: muchos terminan generando burbujas artificiales. Algunos incluso pagan para inflarlas. ¿El resultado? Una realidad paralela donde solo hay aplausos, frases como “te amamos” o “eres el mejor funcionario”, y alabanzas vacías.
Ese es uno de los principales riesgos digitales: que gobiernos y funcionarios fabriquen relatos en lugar de enfrentar realidades. Y cuando la ciudadanía comienza a generar su propia narrativa, distinta a la oficial, entonces comienzan los problemas: se desestabiliza la versión gubernamental y se evidencia lo frágil de esas burbujas.
Nuevas herramientas
Algunos gobiernos ya utilizan herramientas de escucha digital para monitorear el sentir ciudadano. El caso de La Pona es un ejemplo claro de cómo la presión en redes sociales puede derivar en activismo real.
En ese sentido, hay que reconocer que tanto la gobernadora Tere Jiménez como el alcalde Leo Montañez reaccionaron al tema, lo que muestra que cuando la agenda digital se cruza con la calle, los gobiernos no pueden hacerse los sordos.
¿Por qué?
Porque las redes sociales no lo son todo, pero tampoco pueden ignorarse. Muchos políticos aún no entienden que la realidad no está en los chats, ni siquiera únicamente en las plataformas digitales. La verdadera política se hace escuchando a la gente, saliendo al territorio y entendiendo su contexto.
Cultura: florece a quien lo merece
En esta edición de la Feria Nacional de San Marcos, la cultura ha tomado un rumbo distinto. Siempre se critica al funcionario en turno, pero cuando llega alguien que sí da resultados, hay que decirlo.
Lo que está ocurriendo en cultura durante la feria merece reconocimiento. Mientras todos miran el Foro de las Estrellas, pocos se han percatado de lo que se ha construido en espacios como el Foro del Lago, Carranza, la Casa de la Cultura y otros escenarios que forman parte de la verbena abrileña.
Foros alternativos
El impulso a foros alternativos ha sido una auténtica innovación, ignorada por muchos medios especializados. ¿Por qué? Porque estaban acostumbrados a que lo “importante” eran los escenarios de artistas “grandes”.
Hoy hay una nueva generación de artistas: egresados de universidades, artistas plásticos, creadores escénicos que demandan más espacios. A muchos gobiernos aún les cuesta entender que la cultura, como la ecología, es una apuesta estratégica. Así como reducen el cuidado ambiental a “plantar árboles”, también minimizan la cultura a una simple actividad de entretenimiento.
Si miraran más allá, entenderían que la cultura educa, atrae turismo, impulsa la economía y forma ciudadanía.
Apuesta cultural
Si Aguascalientes apuesta por la cultura no solo en su versión masiva, sino por el desarrollo artístico y la formación de públicos, se lograrán espacios como los que ya existen en Carranza o el Foro del Lago.
Destaca la coordinación entre el ICA y el IMAC, cuyos eventos están a tope, y ofrecen acceso plural a una programación diversa. Estos foros, tan criticados en su anuncio inicial, hoy se posicionan como verdaderos espacios de expresión, cultura e ideas.
La ministra “del pueblo”
La hermana del director general del ISSSTE, Lenia Batres, conocida como la “ministra del pueblo”, estuvo recorriendo el perímetro ferial. Sin mitin ni discurso, de forma discreta, saludó personas y repartió publicidad rumbo al proceso electoral.
Bajo la lupa
Tras la clausura de trabajos en La Pona, la PROFEPA confirmó que ya iniciaron inspecciones en el predio. De comprobarse un daño ambiental, la empresa podría enfrentar desde multas -que van de los 5 mil a los 5 millones de pesos- hasta la obligación de restaurar el sitio.
Hasta el momento, ni la empresa inmobiliaria ni su representante legal han emitido posicionamiento alguno.




