En el agua, Alejandra Estudillo Torres no solo salta; crea poesía con cada giro, desafía la gravedad y lleva el orgullo de México en cada clavado. A sus 20 años, esta chiapaneca se ha convertido en el futuro dorado de los clavados mexicanos, con un talento que ilumina las piscinas del mundo. Desde su inesperada clasificación a París 2024, donde obtuvo un diploma olímpico a pesar de no subir al podio, hasta su redención en la Copa del Mundo de Clavados 2025 con múltiples medallas, Ale ha demostrado que las caídas son solo el preludio de un ascenso épico. Su historia es una de resiliencia, pasión y un cubo de Rubik que la mantiene enfocada bajo presión.
De Chiapas a las piscinas del mundo
Nacida el 18 de mayo de 2004 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Alejandra Estudillo creció lejos de los reflectores, pero con una determinación que la llevó a destacar desde niña. Inició en los clavados a los 8 años, inspirada por figuras mexicanas como Paola Espinosa y Alejandra Orozco. Su talento la llevó al Centro Nacional de Alto Rendimiento (CNAR) en la Ciudad de México, donde pulió su técnica bajo la guía de entrenadores como Stefan Marin. A los 15 años, ya competía en eventos internacionales, mostrando una mezcla de fuerza, precisión y una calma que la distingue.
En 2023, Estudillo dio un salto al estrellato al ganar la medalla de bronce en la plataforma de 10 metros sincronizada junto a Kevin Berlín en los Juegos Panamericanos de Santiago. Su ascenso fue meteórico, pero no exento de retos. La presión de competir contra potencias como China y su falta de experiencia en grandes escenarios la pusieron a prueba.
París 2024: Lecciones de vida
La clasificación de Ale a los Juegos Olímpicos de París 2024 fue una sorpresa incluso para ella. No había asegurado su plaza en el Mundial de Doha 2024, pero un lugar reasignado semanas antes de la ceremonia inaugural le dio la oportunidad de debutar en la máxima justa deportiva a los 19 años. En el trampolín de 3 metros individual, Estudillo alcanzó la final, un logro monumental para una novata olímpica. Terminó en sexta posición con 301.95 puntos, a sólo 16.8 puntos del bronce, ganado por la china Chang Yani (318.75). El oro fue para Chen Yiwen (376.00) y la plata para Maddison Keeney (343.10).
Aunque no logró medalla, su diploma olímpico fue un testimonio de su potencial. Durante la competencia, Ale llamó la atención por su ritual: resolver un cubo de Rubik entre rondas para mantenerse enfocada. “Me mantiene ocupada, concentrada, es algo que te ayuda mientras estás fuera de la competencia”, explicó a TUDN. Su actuación, aunque sólida, estuvo marcada por un error en la tercera ronda que la alejó del podio. “Quería disfrutar la final, ya no había más por hacer. Sabía que había hecho un buen trabajo”, dijo, reflejando una madurez que contrasta con su juventud.
En la plataforma de 10 metros sincronizada junto a Gabriela Agúndez, terminaron sextas, un resultado que, aunque no cumplió las expectativas, reforzó su hambre de superación. París fue una lección: el éxito no siempre se mide en medallas, sino en la capacidad de levantarse.
Redención en 2025
El 2025 marcó el renacimiento de Alejandra Estudillo. En la Copa del Mundo de Clavados 2025, celebrada en Guadalajara, México, Ale brilló ante su público. Junto a Gabriela Agúndez, conquistó la medalla de plata en la plataforma de 10 metros sincronizada con 316.62 puntos, solo superadas por las chinas Zhang Minjie y Lu Wei. Su sincronización y ejecuciones limpias emocionaron a la afición en el Centro Acuático CODE Metropolitano, que vibró con cada clavado.
En la plataforma de 10 metros individual, Estudillo mostró su valentía con clavados de alta dificultad, como el 307C (reverso 3½ giros en posición C) y el 5255B (2½ giros hacia atrás con 2½ giros en posición B), que le valieron 73 y 70 puntos, respectivamente. Aunque terminó cuarta, a un paso del podio, su actuación fue un recordatorio de su crecimiento técnico.
El clímax llegó en la Súper Final de la Copa del Mundo 2025 en Beijing, China, del 1 al 4 de mayo. Ale se colgó dos medallas de bronce: una en la plataforma de 10 metros individual con 332.70 puntos, superando a la británica Andrea Spendolini-Sirieix (324.80), y otra en el evento de equipo mixto junto a Osmar Olvera y Randal Willars, sumando 411.95 puntos. En la final individual, enfrentó a las titanas chinas Chen Yuxi (oro, 431.25) y Quan Hongchan (plata, 409.80), pero su tercer lugar fue un hito: venció a una medallista olímpica en un formato de eliminación directa, demostrando nervios de acero.
Estas medallas, sumadas a su bronce en el Mundial de Doha 2024 (plataforma 10m sincronizada con Kevin Berlin, 296.13 puntos), consolidaron a Estudillo como una fuerza emergente. México cerró la Copa del Mundo 2025 con dos oros y cuatro platas, y Ale fue parte clave de este éxito histórico.
Una estrella en ascenso
Alejandra Estudillo no solo es una clavadista; es un símbolo de resiliencia. Su paso por la Universidad de Texas, donde fue campeona de la NCAA en trampolín de 3 metros en 2024, la ha convertido en una de las mejores prospectos universitarias de Estados Unidos. Su incorporación al equipo de los Longhorns en agosto de 2024, tras su actuación olímpica, reforzó el programa de Texas, que busca destronar a Virginia en el campeonato nacional.
Fuera de la piscina, Ale es conocida por su humildad y su conexión con Chiapas. Su ritual con el cubo de Rubik no es solo una herramienta de concentración; es un reflejo de su mente analítica, capaz de resolver problemas bajo presión. “Es una joven con un potencial ilimitado”, dijo su entrenador Stefan Marin, destacando su ética de trabajo y su capacidad para aprender de cada competencia.
Su redención en 2025 también tiene un trasfondo personal. Tras no clasificar directamente a París 2024, Ale enfrentó dudas sobre su lugar en la élite. Sin embargo, su mentalidad la llevó a transformar la decepción en motivación. “Quería vivir la final, disfrutarla”, confesó tras París, una filosofía que aplicó en Guadalajara y Beijing, donde cada clavado fue una declaración de su crecimiento.
Con el Mundial de Clavados 2025 en Singapur (11 de julio al 3 de agosto) en el horizonte, Ale Estudillo está lista para consolidarse como una contendiente al podio. Enfrentará a las chinas Chen Yuxi y Quan Hongchan, quienes dominaron en París y Beijing, pero su progreso en clavados de alta dificultad la pone en una posición competitiva. Su objetivo a largo plazo es claro: los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, donde espera emular a leyendas mexicanas.
El legado de México en los clavados, con 15 medallas olímpicas desde 1948, encuentra en Ale una heredera digna. Su capacidad para competir en trampolín y plataforma, su versatilidad en eventos individuales y sincronizados, y su mentalidad inquebrantable la convierten en una joya del deporte mexicano. Como dijo Osmar Olvera, su compañero de equipo, en una entrevista con World Aquatics:
“Ale es parte de una generación que está llevando a México a otro nivel”.
Un futuro que brilla
Alejandra Estudillo es más que una clavadista; es un recordatorio de que los sueños nacen en los lugares más inesperados, como las piscinas de Chiapas, y se forjan en la adversidad. Desde su diploma olímpico en París 2024 hasta sus medallas en la Copa del Mundo 2025, Ale ha demostrado que el éxito no es solo subir al podio, sino atreverse a soñar en grande. Con su cubo de Rubik en la mano y el corazón lleno de México, esta joven de 20 años está lista para conquistar el mundo, un clavado a la vez.




