- Habas cocidas y tostadas
- La apatía de los morraleros
- Bueno para la carambola el ex gobernador
Ya comenzó el año, nos permitimos la perogrullada porque el fin de semana se calentó el ambiente electoral en Aguascalientes, ya todos apuntan hacia las elecciones, habría que considerar qué peso tuvo la ausencia del gobernador Carlos Lozano de la Torre estos días como para influir en que diversos actores se movieran con el propósito de salir en la foto, tanto en el PRI como en el PAN.
No deja de llamar la atención la apatía del resto de los partidos, pero eso sólo ilustra que están a la espera de las migajas que caigan sobre el mantel de las candidaturas. En el caso del Movimiento Ciudadano, Oswaldo Rodríguez ya debe haber recibido el jalón de orejas correspondiente por andar premiando a Rolando Eugenio Hidalgo Eddy y haciendo guiños a Felipe de Jesús González Ramírez, mientras mantiene en la banca y como el chinito a Juan Francisco Gavuzzo Navarro. En el Verde Ecologista, el tiempo y los esfuerzos están encaminados a la promoción de las insulsas pero protagónicas participaciones de su líder moral Sergio Augusto López Ramírez, preocupadísimo por la poda de ficus afuera del Congreso; mientras que en el Partido del Trabajo, cual pollo sin cabeza, al no tener como norte a Andrés Manuel López Obrador, sus honorables miembros se dedican a vender su apoyo al mejor postor, eso sí, sin arriesgarse del todo, y si no, que le pregunten a Héctor Quiroz García sobre el hijo del ex gobernador Felipe González González, para que vea cómo se enreda en que sí pero no pero el apoyo pero no… El PRD, al menos en relación al proceso electoral de este año y sus candidatos, sigue los pasos errabundos del PT. Mientras que el Panal, diestros en el uso del recogemigas, el acecho en que se mantienen de lo que convenga el PRI, esa inmovilidad, consigue que no se evidencie la fractura al interior entre Silvia Luna Rodríguez y Juana Alicia Espinosa de los Monteros. Como sea, todos están al pendiente de lo que resulte del Revolucionario Institucional y Acción Nacional, condenando a la entidad a un bipartidismo al que, en el fondo, ni para eso le alcanza, porque en ambos bandos partidistas lo que se ve en una lucha entre familias.
Este fin de semana, al tiempo que se levantaba la encuesta para decidir entre Antonio Martín del Campo, José Luis Novales Arellano y Rubén Camarillo Ortega, este último se bajó de la contienda, quesque por así convenir a sus intereses y necesitar poner toda su atención en la encomienda que le hicieron en relación con el Pacto por México. Ajá.
Éramos muchos y parió la abuela y para acabarla, el ex gobernador Felipe González González, no contento con formar a los Espartanos, deja correr los rumores de que quiere que los panistas lo consideren como candidato a la alcaldía capitalina. Hoy muy temprano ha convocado a rueda de prensa para aclarar las cosas. Lo que se prevé es que al final al también ex senador le salga un tirititito, porque lo que realmente le interesa es forzar al PAN a abrir el proceso de selección de candidatos.
De nada sirvió entonces el pacto entre el Pato Donald, José Carioca y Pancho Pistolas, perdón, entre Camarillo Ortega, Martín del Campo y Novales Arellano, quienes se habían dado por bien servidos al sacar de la lista de posibles a Felipe de Jesús González Ramírez, bien dicen que para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo, pues al inscribirse a la contienda, lo que González González logrará es abrir el proceso a cualquier otro que se quiera inscribir, y es más que evidente que ese “otro” es el hijo del ex gobernador.
También sabe más el diablo, porque no es gratuito que Felipe González González dejara correr el rumor justo este fin de semana, ¿cómo evitará Jorge López Martín que el nombre Felipe González se posicione entre los encuestados al grado de tener que tomarlo en cuenta? Bueno para la carambola salió el ex gobernador.
Y en la otra esquina, con la ausencia de Carlos Lozano y Lorena Martínez (al menos físicamente, porque su posicionamiento sí que pesó) se efectuó la sesión del Consejo Político Estatal del PRI.
Ahí el protagonista fue el delegado Jesús María Rodríguez, quien asegura que el PRI tiene buena memoria, y que en la organización tienen muy presente el nombre de quienes se mantuvieron en línea cuando al tricolor lo abrumó “la noche” (que así le dicen en corto al periodo en que Roberto Padilla estuvo al frente del PRI, vaya usted a saber); el delegado dejó correr esta temeraria sentencia en la reunión que el Consejo Político Estatal celebró el día de ayer y, claro está, no dejó de citar que algunos parroquianos hasta desembolsaron modestas sumas de dinero para mantener las cosas con vida.
Quizá en el PRI haya muchos a los que les queda el saco, y por eso se optó por no dejar en la militancia la decisión de nombrar a quienes serán los candidatos en las elecciones de julio. Este teje y maneje caerá sólo en las selectas manos de dicho consejo.
Quien de plano lanzó un fuerte tirón de orejas fue el diputado José Ríos Alba, quien reunido en la sesión extraordinaria del Consejo Político Estatal destacó la importancia de trabar buenas alianzas. Desde tribuna se lamentó por haber descuidado este renglón cuando coordinó la campaña de Alfredo González González, ex candidato a diputado federal e inventor de reconocimientos para ocupar espacios en la prensa. El diputado priísta mencionó que aquellos 8 mil votos de diferencia entre el líder sindical y la hoy legisladora Teresa Jiménez pudieron darle la mayoría a la bancada en San Lázaro. “Me responsabilizo en lo que me corresponda”, dijo a los presentes y tras la reflexión se llevó un aplauso, sí, aplaudir, porque ya ni llorar es bueno.
Hacemos hincapié en el protagonismo del delegado, por la indolencia con que Jesús María Rodríguez se refirió al posicionamiento de Lorena Martínez, que nomás es una opinión como la de miles de priístas, ¿en serio? No es poca cosa, pareciera más una instrucción para apuntalar la hoguera de quien disienta de la disciplina partidista, ¿o cómo entender que tras menospreciar la opinión, enseguida, subrayar que sólo reconoce como líderes a Enrique Peña Nieto (obvio), César Camacho Quiroz (no lo puso él, pero lo mantiene) y a Carlos Lozano de la Torre (inserte su agudo comentario). A ver si sigue la fiesta ahora que regresen los patrones.
Especulación para el estribo. La semana pasada, el director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, Enrique Sánchez Cruz, ofreció una conferencia de prensa en Palacio de Gobierno, para informar la aparición de un brote de influenza aviar en dos granjas de San Francisco de los Romo. Algunos reporteros se ofendieron cuando La Jornada Aguascalientes cuestionó al funcionario el manejo de esa información, que el año pasado provocó no sólo el aumento de precios, sino que con los deslizamientos mensuales a la gasolina, fueron los principales factores de inflación y empobrecimiento de muchas familias. Si el año pasado se hubiera reservado la información de gripa aviar en 110 granjas, que junto con todas las jaliscienses producen más del 50 por ciento de la producción nacional, que es de 2 millones de toneladas de huevo, no se hubiera disparado ni la inflación ni la pobreza. Sánchez Cruz ofreció sendas conferencias de prensa en Guadalajara y la Ciudad de México aquella ocasión. Esta semana, el mismo funcionario panista, Sánchez Cruz, realizó la misma operación y ya se empiezan a ver las consecuencias: En Aguascalientes aumentó el precio del huevo, de 25 pesos el kilo cuando fue esa conferencia, a 30 pesos hasta ayer domingo. Si esa conferencia de prensa no se hubiera producido, el precio del huevo estaría ahorita igual, en 25 pesos. No tiene por qué aumentar su precio, si Aguascalientes apenas produce 8 mil toneladas al año; no tiene ningún impacto en el mercado nacional. Al tiempo pues.




