La selección alemana de fútbol, cuatro veces campeona del mundo y símbolo de eficacia táctica durante décadas, atraviesa uno de los periodos más irregulares de su historia reciente. Para muchos analistas, la Mannschaft vive un declive futbolístico, aunque otros defienden que se trata más bien de una etapa de transición con señales de recuperación.
El historial reciente respalda las dudas. Alemania quedó eliminada en la fase de grupos en dos Copas del Mundo consecutivas: Rusia 2018 y Qatar 2022, una situación inédita para una selección acostumbrada a llegar a instancias finales. Tampoco logró avanzar más allá de los octavos de final en la Euro 2020, donde fue superada por Inglaterra.
Estos resultados han evidenciado problemas estructurales, como la falta de un delantero centro dominante desde la salida de Miroslav Klose, y una renovación generacional que en su momento fue mal planificada. A esto se suma la inestabilidad en el banquillo, con la salida de Joachim Löw tras más de una década al mando, el fallido paso de Hansi Flick y, actualmente, un nuevo intento de reconstrucción bajo el joven técnico Julian Nagelsmann.
Pese a los tropiezos, hay razones para creer en una resurrección. La actual generación cuenta con nombres prometedores como Jamal Musiala, Florian Wirtz, Kai Havertz y Joshua Kimmich, quienes ofrecen una combinación de talento, experiencia y proyección. Bajo el mando de Nagelsmann, se busca implementar un fútbol moderno y versátil que devuelva a Alemania su competitividad histórica.
Para la Eurocopa 2024, en la que Alemania fue anfitriona, la cosa no cambió mucho, ya que fueron eliminados por el posterior campeón España en cuartos de final, aunque se recuerda que fue de una forma muy polémica por una mano de Cucurella en el área que no se marcó. Ahora para la Nations League 2025 cayó en semifinales ante la Portugal de Cristiano Ronaldo. La agravante fue que Alemania estaba jugando dicha competencia veraniega también en casa, e incluso el partido por el tercer lugar lo perdió de forma clara ante Francia.
La Mannschaft no impone el mismo respeto de antes ante el mundo desde que, de forma irónica o no, México le hizo ver su suerte en la Copa Mundial de Rusia 2018. Han sido 7 años de más fracasos que alegrías, y la Alemania siempre protagonista y eterna contendiente ha batallado para reencontrar su estándar.
