La reciente ofensiva militar entre Irán e Israel ha comenzado a generar efectos inmediatos en los mercados energéticos y podría derivar en consecuencias económicas, diplomáticas y sociales para países como México, advierten especialistas.
El conflicto escaló luego de que Israel bombardeara instalaciones militares y nucleares en Irán el pasado 12 de junio, provocando la muerte de altos mandos iraníes. Como represalia, Irán lanzó ataques contra varios puntos del territorio israelí, incluyendo Tel Aviv, una ciudad con más de 4 millones de habitantes.
La respuesta militar provocó una reacción global en los mercados, con el petróleo marcando su mayor alza semanal en casi dos años.
Aumento histórico del petróleo
El barril de crudo se ubicó en 73.62 dólares, un incremento semanal del 14.03%, el más pronunciado desde octubre de 2022, cuando el alza fue de 16.54%, según datos de mercado.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, alertó sobre los riesgos en los principales corredores de transporte de crudo.
“En Medio Oriente se produce alrededor de un tercio del petróleo mundial. Un conflicto mayor podría restringir esta oferta. Aproximadamente 20 millones de barriles de petróleo pasan por el Estrecho de Ormuz, lo que representa cerca del 20% del petróleo global”, dijo.
¿Cómo afectaría a México?
Aunque el país está geográficamente alejado, los efectos serían notorios. Patrick De Haan, vicepresidente de análisis de GasBuddy, advirtió que “Irán califique los ataques como una declaración de guerra no augura nada bueno para el flujo de petróleo”.
Para México, esto representa un dilema: mientras que un mayor precio del crudo beneficia las exportaciones petroleras, más del 70% de la gasolina que se consume es importada, por lo que se prevé un impacto negativo en precios al consumidor, inflación y costos de transporte.
También existe riesgo de que el peso mexicano se deprecie frente al dólar, pues los inversionistas tienden a retirar capital de países emergentes en situaciones de volatilidad. Esto podría frenar la inversión extranjera y presionar al Banco de México.
Tensiones diplomáticas y migración
En materia diplomática, México podría verse presionado si Estados Unidos decide intervenir directamente en el conflicto, lo que implicaría una posible reconfiguración de las relaciones bilaterales en temas de seguridad, migración y comercio, justo en un momento clave para la administración de Claudia Sheinbaum.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ya emitió un posicionamiento donde rechaza la violencia en Medio Oriente y reiteró la vocación pacifista de México:
“Hace un llamado a abstenerse de acciones que pongan en riesgo a la población civil… México privilegia el diálogo y la vía diplomática para la solución de controversias sobre las opciones militares”.
En temas migratorios, analistas advierten que podría aumentar el tránsito por México hacia Estados Unidos, debido a desplazamientos forzados desde Medio Oriente, situación que presionará aún más el ya tenso sistema migratorio bajo el gobierno de Donald Trump.
Restricciones en movilidad internacional
Por otra parte, la SRE advirtió que mexicanos que residan o viajen a Medio Oriente podrían enfrentar mayores controles de seguridad, cancelaciones de vuelos y restricciones, tanto en Israel como en otras regiones del Golfo Pérsico.
“Invitamos a la comunidad mexicana en Israel a registrarse o actualizar sus datos en el Sistema de Registro para Personas Mexicanas en el Exterior (SIRME)”, publicó la embajada mexicana, que también reforzó su atención consular ante la nueva alerta emitida por el Frente de Comando Doméstico de Israel.
