Sin previo aviso, en la madrugada del sábado, Estados Unidos activó una de sus operaciones militares más impactantes: la llamada “Operación Martillo de Medianoche” (Midnight Hammer). Bajo un secretismo extremo, el ejército estadounidense atacó las principales instalaciones nucleares de Irán, en lo que se ha convertido en uno de los movimientos más arriesgados —y calculados— de la administración de Donald Trump.
A diferencia de lo que podría parecer a primera vista, esto no fue un simple bombardeo aéreo, sino un despliegue táctico milimétrico que implicó desde bombarderos sigilosos B-2 hasta ciberataques, aviones señuelo y misiles lanzados desde submarinos.
¿Cómo se ejecutó la Operación Martillo de Medianoche?
Todo comenzó con un “señuelo”: varios B-2 salieron desde Misuri rumbo a Guam, en el Pacífico, generando la percepción de un movimiento de preparación a largo plazo. Mientras tanto, otros siete bombarderos B-2 volaban en total sigilo hacia Irán, sin ser detectados y sin comunicación visible.
Simultáneamente, un submarino estadounidense lanzó 24 misiles Tomahawk y se activaron ciberataques para desorientar los sistemas defensivos iraníes. Cazas volaron delante de los bombarderos como distracción, y 125 aviones en total participaron en la operación, incluyendo aeronaves cisterna, de reconocimiento, cazas y aviones señuelo.
Cuando finalmente se llegó a territorio iraní, los B-2 lanzaron 14 proyectiles GBU-57, bombas de 30,000 libras diseñadas específicamente para penetrar búnkeres profundos. Las principales instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán fueron los objetivos. En total, estuvieron una hora y media en los cielos iraníes, desde la 1.30 hasta las 3 (hora local), cuando salieron del país.
¿Qué se logró?
Según el Pentágono, el ataque fue un éxito total. El general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, declaró que Irán no logró disparar ni un solo proyectil en defensa, y que sus sistemas de radar no detectaron la operación en curso. “Conservamos el elemento sorpresa”, afirmó.
Aunque la evaluación de daños aún está en curso, los primeros informes aseguran que las instalaciones nucleares sufrieron daños severos, lo que, en palabras del Secretario de Defensa, Pete Hegseth, representa un golpe devastador al programa nuclear iraní.
Una de las características más destacadas del operativo fue que, según el Departamento de Defensa, no hubo bajas humanas.
¿Por qué fue tan importante esta operación?
La Operación Martillo de Medianoche no solo fue significativa por su precisión técnica, sino por lo que representa políticamente:
- Una demostración del poder militar estadounidense, sin necesidad de una guerra convencional.
- Un mensaje directo a Irán, sin tocar el terreno diplomático, pero también sin escalar a un conflicto total.
- Una forma de presionar al régimen iraní para regresar a la mesa de negociaciones.
Trump defendió la operación como un acto necesario y estratégico, pero dejó la puerta abierta a un posible diálogo, si Irán está dispuesto a retroceder en su ambición nuclear. “La ambición nuclear de Irán ha desaparecido”, dijo Hegseth.
