Viñedos Rivier: territorio y comunidad para la ciencia ciudadana, las pajareadas y la educación ambiental en Aguascalientes
Una charla con Sarahí Montañez Cervantes, Sarahí MaSkafé, agente cultural comunitaria (Segunda Parte).
Jaime Lara Arzate: JLA
Sarahí Montañez Cervantes: SMC
JLA: Por favor, cuéntanos cómo se lleva a cabo la documentación que ustedes realizan de las especies, resultado de la observación de aves, ¿en qué plataformas digitales la hacen y cuál es el propósito?
SMC: Durante las pajareadas, vamos haciendo el listado escrito de las aves que avistamos. Al final construimos sólo uno y es el que damos de alta en la plataforma de e-bird, ahí documentamos los listados y las fotografías de lo que vemos, así como los audios que pudimos grabar de vocalizaciones. Ponemos la fecha, el recorrido, el número de personas que participaron en las observaciones. La importancia es contribuir a la ciencia ciudadana que, además de todo, nos hace visibles en los mapas del mundo y nos deja ver el lugar que vamos teniendo en él. Imagínate que cualquier persona puede consultar información sobre aves que han generado otras personas pajareras del mundo. También, dentro de la ciencia, es indispensable la veracidad de lo que registramos, la documentación nos ayuda a ello. Digo, nosotros confiamos en la información que la app muestra, debemos contribuir con datos confiables.
JLA: ¿Hay en lo anterior una intención de asegurar que el conocimiento adquirido sobre las aves y el medio ambiente se sostenga a largo plazo en la comunidad y en el estado? ¿Cuentan además ustedes con otro registro documental, como algún impreso, sobre la observación de aves en su comunidad que esté accesible al público?
SMC: No, por el momento no contamos con cuentas o perfiles de ello. Documentamos en las plataformas y compartimos con la comunidad lo que se avista, produce y genera.
JLA: Hay un espacio de promoción y difusión de ciencia ciudadana como el Festival de Aves de Aguascalientes, ¿forman parte de éste? ¿Cómo es éste? ¿Qué ventajas pueden surgir de estas participaciones en el ámbito local y global?
SMC: No, no formamos parte del comité que organiza. Tuvimos la oportunidad de participar el año pasado de una manera más formal, pero más que nada porque quienes organizan son también nuestros amigos y compañeros, esto ha permitido una mayor y más sólida vinculación con otros festivales y colectivos.
La ventaja que le vemos a participar en este tipo de festivales es que nos abren un camino para que nuestra palabra sea compartida y escuchada en un contexto distinto al nuestro, para no sernos indiferentes. No es ir a decirle al otro que existes, es compartir en otros contextos las problemáticas de nuestro territorio, nuestro contexto y nuestra realidad y cómo la observación de aves ha participado como una práctica comunitaria que fortalece el tejido social y la relación que tenemos con la Tierra.
JLA: ¿Cuál es el impacto cultural que puede tener un evento como ‘Big Global Day’ en una comunidad local? ¿Cómo puede la integración de eventos de observación de aves influir en la identidad y cohesión social del lugar?
SMC: El Big Global Day tiene la bondad de arropar e integrar a todas las geografías, a todos los puntitos pequeñitos del mapa, como nuestro Viñedos. Hay un día especial cada año para que las pajareras y los pajareros del mundo salgamos a contar y observar las aves en nuestra realidad más próxima. Es muy significativo que la riqueza avícola y biocultural de nuestro pequeño territorio tenga un lugar en el mapa del mundo, uno que construimos las personas. Ése es el lugar que nos gusta dibujar.
JLA: ¿Notas alguna conexión entre el arte, la cultura y la preservación del medio ambiente en la práctica de la observación de aves? ¿De qué manera pueden las manifestaciones artísticas ayudar a aumentar la conciencia sobre la relevancia de la biodiversidad?
SMC: Sí. Yo creo que el arte tiene una bondad compartida con la observación de aves: los dos humanizan y sensibilizan. Hay muchas cosas que conocemos y amamos y apreciamos a través de los sentidos. Siento que el arte facilita la observación, pero vuelve igual de compleja la experiencia de contemplar.
JLA: Han formado parte de una serie de talleres destinados a su comunidad, como “Mi cuaderno de artista científico” o el modelado de fauna, por mencionar algunos, utilizando materiales y recursos locales. ¿Cuáles son los beneficios sociales y educativos que se derivan de la colaboración entre artistas, educadores y la comunidad?
SMC: Los talleres forman parte de los festivales comunitarios de aves que hemos desarrollado. Los beneficios también los voy a contextualizar, y les voy a llamar bondades. No hay que olvidar que el artista y el educador, como cualquier profesionista, tiene una responsabilidad social. Es un acto muy grande que un artista, profesionista, educador, etc., facilite y comparta con nosotros sus saberes en un contexto como el nuestro. Por otro lado, ocurre y se gesta una red solidaria de apoyo mutuo entre nosotrxs, fenómeno que facilita la autogestión y permite sostener nuestros proyectos a largos plazos.
JLA: Agradecemos una breve reflexión sobre la conexión entre el compromiso con la comunidad, las expectativas individuales y las colectivas. ¿De qué manera pueden éstas afectar la motivación de los individuos para participar en acciones a nivel local?
SMC: Siento que el compromiso con la comunidad debe ser lo más importante, o bien, de las prioridades de toda persona para participar en acciones comunitarias locales. Ése va a ser el eje para que una persona siga o no, aquí no es una inquietud de “hacer cosas”, el compromiso con la comunidad es el motor, pues. Y una persona tiene que saber que este camino está lleno de desilusiones, jeje, pero está muy chido porque desilusionarnos es humano y crea momentos coyunturales para las acciones colectivas e individuales. Entre mucho, hay de dos: o el proyecto se disuelve y pierde fuerza, o nos regresará un poquito más realistas y fuertes a la lucha. Pero no hay que olvidar que, aunque haya una parte de todo esto que se vive desde lo más individual, “compartir la desesperanza es una forma de luchar por la esperanza colectiva”, así lo dijo Galeano.
JLA: ¿Es éticamente justificable la privatización de áreas naturales, como en la Sierra Fría o en otros lugares, permitir que la propiedad privada limite el acceso público a la naturaleza?
SMC: Creo que, de ninguna manera, es justificable. No solamente limita el acceso público a la naturaleza, eso sigue siendo antropocéntrico; el centro es la naturaleza misma. ¿Cuál es el mensaje de esto?, ¿tú crees que un pavito de alas blancas conoce que su Sierra se privatizó? Eso es lo importante, lo que este fenómeno viene a decirnos y mostrarnos.
JLA: Desde tu punto de vista, ¿cómo se relacionan el desarrollo urbano en áreas naturales y urbanas con la conservación de las aves? ¿Qué acuerdos deberían establecerse para balancear el crecimiento humano y la salvaguarda de la vida silvestre?
SMC: La relación es directa, porque conservar las aves exige, sin cuestionamientos, la existencia de ecosistemas que les permitan la vida. La lógica del desarrollo urbano obedece a la lógica del capital; a los ojos de éste, ha quedado muy claro qué es lo importante y qué no.
JLA: Sobre los diferentes enfoques que se pueden tomar para fomentar el amor por el planeta en un contexto de privatización, ¿qué estrategias serían más efectivas y por qué?
SMC: El amor a nuestro planeta va en todos los contextos, no es una cuestión de éste es el problema, ésta es la solución. Yo comenzaría por permitir, por no alejar más, nuestra relación con la Tierra. No dudo que podamos amar y respetar algo que no conocemos, pero necesitamos que el amor por el planeta no sea una solución momentánea. Amar al planeta debe ser una consecuencia de tener una relación de respeto con nuestro hermoso mundo y, para que eso ocurra, sería brillante comenzar por hacer posibles esos encuentros. Pienso en que la jornada laboral se reduzca, que las personas tengan más tiempo libre, que se desprivatice la Sierra, los montes y las playas, que el estado y las inmobiliarias se dejen de adueñar de los suelos de conservación, que sea seguro salir al monte, que cuestionemos y modifiquemos nuestro consumo, que pensemos cuánto le cuesta al planeta que sigamos aquí.
JLA: Acercándonos ya al final de nuestra charla, ¿piensas que la contribución de las mujeres en las comunidades rurales puede ser minimizada o pasada por alto a nivel social? ¿Qué medidas podrían adoptarse para dar visibilidad a su función y su influencia en la comunidad desde un enfoque crítico?
SMC: No pienso, estoy segura de que la contribución de las mujeres rurales en nuestras comunidades ha sido y es minimizada, pero sobre todo invisibilizada y obviada, en espacios privados, públicos e institucionales. Las mujeres rurales sostenemos a nuestras familias, nuestras comunidades, nuestros municipios.
JLA: Para cerrar, por favor conversa, sobre tu proceso de sentipensar, con relación a tu propio entorno natural, tu universo, a tu “semidesierto”, conjuntamente de tu práctica social a favor del bienestar de las personas y del amor por la tierra, y sí, también, por este el planeta Tierra.
SMC: Vivir en la periferia me colocó en un lugar en el mundo que, de principio, me puso cerquita del sol y de un hermoso monte, lejos de mi escuela y mi trabajo. Mis abuelos trabajaron la tierra, mis padres también, las personas que habitaron Viñedos Rivier mientras yo crecía fueron campesinas y otros se partieron la madre adentro de una fábrica de vinos de la que sólo se conoce el nombre y el del patrón. Mi primer apellido es Montañez, de montaña, de monte. Desde que estaba chiquita había cosas que me incomodaron, estudié Sociología y en una clase le pude poner nombre a todo aquello. Saber el lugar que, como un ser social, ser la periferia me daba en el mundo… me llenó de rabia, porque ese lugar era sostenido por un sistema de desigualdades. Lo que quise hacer sólo era participar en dejar al mundo mejor que como me lo encontré, y que eso le diera un lugar más digno y justo a mi comunidad entera. Mi praxis no es en favor del bienestar de las personas, es completamente una cuestión política. Por eso digo que el amor por la Tierra, el planeta, el desierto y el semidesierto son una consecuencia de haber tenido una relación cercana con ellos.
