La cuenta regresiva ha comenzado para uno de los combates más polémicos del año. Julio César Chávez Jr. y Jake Paul se enfrentarán este 28 de junio en el Honda Center de Anaheim, en una pelea que ha generado tanto expectativa mediática como críticas por parte del mundo boxístico.
Las declaraciones que encendieron la previa
El combate ha sido calificado como “un circo” por varias figuras del boxeo, incluyendo al veterano promotor Bob Arum, quien afirmó que:
“Chávez Jr. debió haberse retirado hace tiempo. Esto no es boxeo, es entretenimiento disfrazado”.
En contraste, Julio César Chávez Sr. ha salido en defensa de su hijo, asegurando que lo ve más motivado que nunca:
“No hay forma de que Jake Paul le gane. Nunca lo había visto entrenar así… nos vamos a chingar a este cabrón”.
Del otro lado, el influencer convertido en boxeador, Jake Paul, fiel a su estilo provocador, respondió con dureza:
“Chávez Jr. es una vergüenza para el boxeo. No puede vencerme a mí, ni a su adicción a las drogas. Lo voy a convertir en un meme”.
Estas declaraciones han avivado una rivalidad cargada de tensión, en la que los ataques personales han superado incluso a los deportivos.
Implicaciones para el boxeo y el ranking mundial
De acuerdo con medios especializados, si Jake Paul logra vencer a Chávez Jr., podría ingresar oficialmente a los rankings de la WBC y WBA en la categoría crucero, lo que lo colocaría en la antesala de una eventual oportunidad por el título mundial.
Las casas de apuestas lo posicionan como ligero favorito, con pronósticos que anticipan una victoria por KO o TKO en los primeros asaltos.
Por su parte, Chávez Jr. se juega su reputación —y posiblemente su retiro definitivo—. En declaraciones pasadas, el mexicano aseguró que, si pierde, “se retirará del boxeo por dos años y se alejará de la vida pública”.
Críticas del mundo boxístico
El excampeón mexicano Juan Manuel Márquez también se unió a las voces críticas del evento:
“No podemos comparar a un youtuber con un boxeador. Este tipo de peleas desvirtúan el boxeo verdadero”.
A pesar de las controversias, el interés del público sigue creciendo. La venta de boletos ha sido sólida y se espera que el evento registre altos niveles de audiencia en PPV.
