Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable este viernes ante una corte federal en Chicago de cuatro cargos relacionados con narcotráfico, delincuencia organizada, lavado de dinero y uso de armas de fuego. Con este acuerdo, se convierte en el primer miembro de “Los Chapitos” en admitir su responsabilidad ante la justicia estadounidense.
Durante la audiencia celebrada en el tribunal federal Dirksen, en el centro de Chicago, Guzmán López (también conocido como “El Ratón”) aceptó su papel como líder del Cártel de Sinaloa y su participación directa en la operación de una empresa criminal que introdujo grandes cantidades de fentanilo, cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a Estados Unidos. Además, accedió a pagar 80 millones de dólares como parte del acuerdo con el Departamento de Justicia.
“Supervisó la producción y el tráfico de grandes cantidades de drogas hacia Estados Unidos”, indicaron los fiscales, quienes aseguraron que las actividades de Guzmán López contribuyeron a la crisis de sobredosis que enfrenta el país, con decenas de miles de muertes anuales.
La audiencia había sido programada inicialmente para el miércoles, pero fue pospuesta para este viernes por la jueza Sharon Coleman, sin que se dieran a conocer los motivos. No es la primera vez que el proceso judicial de los hermanos Guzmán ha sufrido reprogramaciones.
El acuerdo de culpabilidad (cuyos detalles completos aún no han sido revelados) podría tener un impacto significativo en los procesos judiciales abiertos contra otros miembros del cártel. Expertos consideran que facilitará las acciones del gobierno estadounidense contra “Los Chapitos” y la estructura del Cártel de Sinaloa en su conjunto.
Ovidio Guzmán fue capturado por autoridades mexicanas a inicios de 2023 y extraditado a Estados Unidos ese mismo año. En un inicio, se había declarado inocente, pero su defensa indicó en meses recientes que tenía la intención de modificar su declaración.
El padre de Ovidio, Joaquín “El Chapo” Guzmán, cumple cadena perpetua desde 2019 tras ser declarado culpable de liderar durante más de 25 años una operación internacional de narcotráfico. Tras su captura, sus hijos asumieron el control de una facción del cártel conocida como “Los Chapitos”, la cual, según autoridades estadounidenses, opera sin seguir los códigos tradicionales que mantenía su padre.
El caso de Ovidio también ha puesto presión sobre su hermano, Joaquín Guzmán López, quien fue detenido en julio de 2024 en Texas, junto con otro de los líderes históricos del cártel, Ismael “El Mayo” Zambada. Ambos se trasladaban en un avión privado. Desde su detención, se han declarado inocentes, aunque el abogado de Joaquín, Jeffrey Litchman, confirmó que se encuentra en negociaciones para alcanzar un acuerdo similar al de su hermano.
La audiencia de Joaquín Guzmán López, prevista inicialmente para el 2 de junio, fue pospuesta al 15 de julio y, posteriormente, reprogramada nuevamente para el 15 de septiembre, de acuerdo con documentos judiciales.
