La Universidad Autónoma de Aguascalientes, además de ser una de las seis instituciones con la licenciatura en Optometría, es la única con maestría en esta especialidad y de tenerla acreditada por el Consejo Mexicano de Acreditación en Optometría (COMACEO); ofrece atención integral de la salud visual a toda la población hidrocálida en la Unidad Médico Didáctica.
Sergio Ramírez González, jefe de la Clínica de Optometría de la Unidad Médico Didáctica (UMD), invitó a la población a realizarse un completo examen de visión, pues 30 de cada 100 personas, a nivel mundial, necesitan lentes.
Otros no los necesitan pero presentan molestias, como al estar frente a la computadora, o al escribir, ya que tienen deficiencia visual, movimientos del ojo inadecuados, fallas al enfocar o no poder converger, lo cual es muy común. Problemas de este tipo afectan a 40 de cada 100 individuos.
“Cuando vemos de cerca los ojos se van hacia dentro, hacemos bizcos, es muy común que la gente no pueda converger, 40 de cada 100 individuos pueden tener un problema de este tipo”, aseguró el catedrático en ciencias optométricas.
Asimismo, informó que algunos síntomas para identificar alguna falla en la visión son el cansancio o sueño al leer y escribir, dolor de cabeza, ojos irritados y comezón. A lo que añadió que la gente no le toma importancia y suele solicitar exámenes de la vista gratis, que no son adecuados pues sólo llegan a evaluar si ven la placa de letras. “Eso no garantiza que esté bien su visión, puede ser otra cosa no relacionada con el uso de lentes”.
En la Unidad Médico Didáctica se reciben aproximadamente dos mil pacientes al año, 30 diarios, a quienes se les realiza un examen visual de aproximadamente 60 minutos de duración, evaluando visión, movimientos oculares, habilidades visuales como enfoque, visión de color, alteraciones o afecciones.
La Clínica de Optometría se subdivide en cuatro de especialidad: la de Terapia Visual, de Visión Baja, la de Oftalmología y la de Lentes de Contacto. La primera labora con problemas de enfoque, movimientos, estrabismo, ambliopía u ojo flojo que aparentemente no presentan daños internos. Algunas acciones a implementar son la rehabilitación.
Mientras que en la Clínica de Visión Baja se atienden daños estructurales, como una visión pobre, sin llegar a la ceguera. “Por ejemplo, existen personas que legalmente no pueden manejar automóvil o realizar ciertas actividades”. Estas patologías se atienden con dispositivos especiales como microscopios, telescopios o filtros. Sobre esto externó Ramírez González que la población más afectada son las de edad avanzada, pero también hay niños que tienen que tratarse en esta clínica.
