- El incremento al salario mínimo debe equilibrarse con políticas que eviten el cierre de empresas y el crecimiento de la informalidad
- Es prioritario trabajar de forma conjunta para retener y atraer inversiones, garantizando al mismo tiempo condiciones justas para los trabajadores
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) 2024, Aguascalientes ha mostrado una mejoría en sus niveles de desigualdad. Sin embargo, especialistas como Alejandro Larios, del Colegio de Economistas de Aguascalientes, han señalado que este avance responde más a las políticas laborales de los últimos años que a los programas sociales.
En este contexto, la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial de Aguascalientes (CCEA), Irma Patricia Muñoz de León, destacó que el sector empresarial ha asumido una mayor responsabilidad social en materia salarial. Recordó que hace dos décadas la diferencia entre el ingreso más bajo y el más alto era de 15 a 1, mientras que hoy se ubica en 10 a 1. “Ha habido grandes avances… Hoy día estamos a una a diez, pero tenemos que seguir trabajando en ese tenor”, afirmó.
Muñoz recordó que desde hace años Coparmex impulsó la desvinculación del salario mínimo como referencia para multas o cobros gubernamentales, lo que permitió enfocarlo en su función real como indicador de ingreso. Reiteró su postura a favor de seguir incrementando el salario mínimo, pero advirtió que esto debe equilibrarse con políticas que eviten el cierre de empresas y el crecimiento de la informalidad.
Señaló que la pérdida de negocios formales obliga a muchos trabajadores a incorporarse a la economía informal, con menor acceso a prestaciones y seguridad social. Por ello, consideró prioritario trabajar de forma conjunta para retener y atraer inversiones, garantizando al mismo tiempo condiciones justas para los trabajadores.
Actualmente, padre y madre trabajan, por lo que la dirigente empresarial resaltó la importancia de políticas que faciliten la participación de ambos padres en el mercado laboral. Defendió como un caso de éxito el modelo de escuelas de tiempo completo, que ofrecían alimentación y actividades formativas en la tarde, permitiendo que los niños continuaran aprendiendo mientras sus padres trabajaban.
Muñoz de León hizo un llamado a enfocar apoyos y programas en zonas con mayores necesidades, como el oriente de la ciudad, y a seguir reduciendo la brecha salarial hasta alcanzar niveles cercanos a los de países desarrollados. “Espero que en 10 años podamos decir: ya de menos es 1 a 8, 1 a 7, y nos acercamos a países muy desarrollados”, concluyó.




