En las aguas del Centro Acuático de Asunción, una estrella mexicana brilló con una intensidad que resonará por años en la historia del deporte juvenil: Celia Pulido, la nadadora leonesa de 22 años, se convirtió en la máxima medallista mexicana de los Juegos Panamericanos Junior Asunción 2025, colgándose cinco preseas y un récord panamericano que la confirman como una fuerza imparable de la natación continental. Con una mezcla de talento, garra y humildad, la olímpica de París 2024 no solo cumplió su sueño de liderar el medallero tricolor, sino que inspiró a una generación con su historia de sacrificio y pasión. ¡Manita para Celia!
Una cosecha histórica en Asunción 2025
Celia Pulido, oriunda de León, Guanajuato, cerró su participación en los Juegos Panamericanos Junior con un botín de cinco medallas: oro en los 100 metros dorso, plata en los 200 metros dorso, plata en los relevos 4×100 metros libres femenil, bronce en los relevos 4×100 metros libres mixto y bronce en los relevos 4×100 metros combinados femenil. Su actuación no solo la colocó como la atleta mexicana más laureada de la justa, sino que también le valió un boleto directo a los Juegos Panamericanos de Lima 2027, consolidándose como una de las grandes promesas rumbo a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
El momento cumbre de Celia llegó en los 100 metros dorso, donde no solo se llevó el oro, sino que impuso un nuevo récord panamericano junior con un tiempo de 1:00.82, superando a la argentina Cecilia Dieleke (1:01.22) y a la brasileña Julia Ferreira (1:02.82). Este crono no fue solo una marca en la piscina, sino un mensaje claro: Celia Pulido está lista para competir con las mejores del mundo.
La garra de una líder introvertida
A su llegada a Asunción, Celia confesó que su meta era ser la máxima medallista mexicana de la delegación. Con la experiencia de haber competido en los Juegos Olímpicos de París 2024, la joven de 22 años asumió un rol de liderazgo dentro del equipo de natación, a pesar de describirse como introvertida: “Me cuesta mucho hablar, especialmente en competencia, hay mucho estrés, nervios, pero quise tomarlo de la mejor manera, donde mis compañeras se sintieran cómodas conmigo”, compartió en una entrevista. Su esfuerzo por abrirse y guiar a las jóvenes atletas mexicanas no sólo fortaleció al equipo, sino que dejó una huella imborrable en sus compañeras.
En la piscina, Celia demostró una consistencia admirable. De las siete pruebas en las que participó, logró medallas en cinco, enfrentando “baches” que, según sus propias palabras, supo superar con resiliencia; reflejando una madurez que va más allá de su edad. Sus preseas en los relevos, junto a compañeras como Valeria Villarreal, Fernanda Elizondo y María Fernanda Méndez, mostraron su capacidad para brillar tanto individualmente como en equipo.
El camino de una estrella
Nacida en León, Guanajuato, Celia Pulido ha forjado su carrera con disciplina y sacrificios que hoy rinden frutos. Entrenando en Southern Illinois, la nadadora ha combinado su preparación internacional con el orgullo de representar a México y a su tierra natal. Su oro en los 100 metros dorso no solo le dio el récord panamericano, sino que reafirmó su estatus como poseedora del récord mexicano en esta prueba.
A sus 22 años, Celia no solo es una atleta de élite, sino una inspiración para las nuevas generaciones. Al reflexionar sobre su trayectoria, envió un mensaje a la Celia niña que soñaba con grandes logros: “Le diría que lo estás logrando, vas por buen camino. Los sueños se cumplen aunque se vean muy grandes y muy lejos.” Este mensaje, cargado de emoción, resume la esencia de una deportista que no conoce límites.
Un futuro brillante para la natación mexicana
La actuación de Celia en Asunción 2025 no solo engalanó el medallero mexicano, que acumuló 45 preseas en la justa hasta el 15 de agosto, sino que posicionó a la natación como la disciplina más exitosa del país en el evento, con nueve medallas en total. Su liderazgo y resultados la proyectan como una carta fuerte para el ciclo olímpico rumbo a Los Ángeles 2028. “Esto me motiva aún más. Me demuestra que todavía tengo más que dar y no hay un límite”, aseguró.
Celia dedicó sus medallas a su familia, su entrenador, su universidad y a todo México, reconociendo el apoyo que la ha llevado a lo más alto. Su historia es un testimonio de que el talento, combinado con trabajo arduo y humildad, puede romper récords y fronteras.
Un legado que apenas comienza
Celia Pulido no sólo nadó para ganar medallas, sino para inspirar. Su nombre ya es sinónimo de excelencia en la natación mexicana, y su actuación en Asunción 2025 es solo el preludio de lo que está por venir. En la piscina paraguaya, la Sirena Leonesa dejó claro que su ambición no tiene techo y que el orgullo seguirá ondeando en lo más alto.




