Hay futbolistas que trascienden el césped, y Andrés Guardado es uno de ellos. El “Principito”, nacido en Guadalajara el 28 de septiembre de 1986, ha vuelto a Sevilla, la ciudad que lo acogió como ídolo, para escribir un nuevo capítulo en su legendaria carrera.
Tras colgar los botines en mayo de 2025, Guardado no se despide del fútbol: regresa al viejo continente para formarse como entrenador, un sueño que lo lleva de vuelta al corazón de Andalucía. Esta es la historia de un líder nato, un cinco veces mundialista que, a sus 38 años, sigue desafiando las expectativas.
De Atlas a Europa
Andrés Guardado no es solo un nombre; es un símbolo del fútbol mexicano. Formado en las fuerzas básicas del Atlas, debutó en la Liga MX el 20 de agosto de 2005, a los 18 años, en un 3-2 contra Pachuca. Su talento era innegable: un mediocampista versátil, con visión, garra y un zurdazo educado. En su segunda temporada, marcó un triplete contra Tigres y se llevó el premio al mejor lateral izquierdo del Apertura y Clausura 2006, a pesar de jugar como volante. Sus 64 partidos, 6 goles y 10 asistencias con Atlas atrajeron los reflectores de Europa.
En 2007, el Deportivo La Coruña pagó 7 millones de euros por él, un traspaso récord para un mexicano en esa época. En el “Depor”, Guardado se consolidó como un motor del mediocampo, disputando 149 partidos, marcando 25 goles y dando 11 asistencias. Vivió el descenso en 2011, pero también el ascenso en 2012, siendo el mejor jugador de la Segunda División con 11 goles y 10 asistencias. Su liderazgo y calidad lo pusieron en la mira de gigantes.
La odisea europea
El verano de 2012 marcó un hito: Guardado fichó por el Valencia como agente libre, tras rechazar ofertas de Sevilla y Villarreal. La ciudad, la Champions League y su amistad con el directivo Braulio Vázquez inclinaron la balanza. En 66 partidos, marcó un gol y dio 6 asistencias, adaptándose incluso como lateral izquierdo. Sin embargo, la falta de continuidad lo llevó a cesiones al Bayer Leverkusen (2014, 7 partidos) y al PSV Eindhoven (2014-2017), donde alcanzó su máximo nivel.
En el PSV, Guardado se convirtió en ídolo. Debutó en la Eredivisie el 31 de agosto de 2014 y marcó su primer gol, un tijerazo inolvidable, en marzo de 2015. Con 102 partidos, 4 goles, 20 asistencias, dos títulos de liga (2015, 2016) y dos Supercopas de Países Bajos, el “Principito” dejó una huella imborrable. Los aficionados del PSV desplegaron un mosaico con la bandera mexicana, un gesto que aún emociona al mexicano.
En 2017, Guardado llegó al Real Betis, donde vivió su etapa más emblemática. Durante siete temporadas, disputó 218 partidos, marcó 6 goles y dio 18 asistencias. Fue capitán, líder de vestuario y artífice de la histórica “manita” al Sevilla FC en 2018. Su momento cumbre llegó en 2022, cuando anotó el penal decisivo en la final de la Copa del Rey contra Valencia, levantando el trofeo como símbolo bético. Con 500 partidos en Europa, superó a Hugo Sánchez como el mexicano con más encuentros en el continente.
El regreso a México
En enero de 2024, Guardado volvió a México para jugar con el Club León, el quinto equipo más ganador de la Liga MX. Sin embargo, las lesiones limitaron su impacto: en el Apertura 2024, jugó 12 partidos, marcó un gol y dio una asistencia. En el Clausura 2025, disputó solo 7 encuentros, anotando dos goles. El 7 de noviembre de 2024, anunció su retiro, aunque lo pospuso para intentar jugar el Mundial de Clubes. La descalificación de León lo obligó a despedirse el 11 de mayo de 2025, tras un partido contra Rayados de Monterrey, cerrando una carrera de 19 años con 181 partidos internacionales, cinco Mundiales y tres Copas Oro (2011, 2015, 2019).
El sueño de entrenar
El 25 de agosto de 2025, la noticia explotó: Guardado regresó a Sevilla para iniciar su carrera como entrenador. Su esposa, Sandra de la Vega, reveló en Instagram que la familia volvió a su hogar europeo para que el “Principito” estudie en una prestigiosa escuela de entrenadores en Madrid, exclusiva para jugadores con un mínimo de partidos internacionales. “Quiere estudiar ahí porque es donde salen los mejores”, aseguró Sandra, confirmando que Guardado rechazó ofertas de Cruz Azul y un proyecto en Miami para perseguir este sueño.
Sevilla no es solo un lugar; es un símbolo para Guardado. Aunque nunca jugó en el Sevilla, estuvo cerca de fichar en 2012, cuando Valencia lo sedujo con la Champions. Su vínculo con el Real Betis, donde es leyenda, alimenta especulaciones sobre un futuro en el banquillo verdiblanco. En una entrevista reciente, Guardado expresó: “Ojalá pueda entrenar al Betis algún día, pero primero debo prepararme”. Por ahora, se enfoca en obtener su certificación UEFA, siguiendo los pasos de Rafa Márquez, quien tras estudiar en España se convirtió en asistente de Javier Aguirre en el Tri.
El legado del “Principito”
Con 672 partidos profesionales, 45 goles y 77 asistencias, Guardado es un ícono. Su inteligencia táctica, liderazgo y versatilidad lo hicieron brillar en roles tan diversos como volante, lateral o mediocampista ofensivo. Pero su verdadero impacto trasciende las estadísticas: en el Betis, fue el “jefe” del vestuario, mentor de jóvenes y puente con entrenadores como Quique Setién y Manuel Pellegrini. En la Selección Mexicana, su salida en el minuto 18 contra Estados Unidos en 2024, en homenaje a su dorsal, arrancó ovaciones en el Estadio Akron.
Como entrenador, Guardado promete llevar su filosofía de esfuerzo y humildad. Su experiencia en cinco Mundiales y su capacidad para unir vestuarios lo posicionan como un candidato ideal para dirigir en Europa o México. Rumores lo vinculan con el Betis a largo plazo, e incluso bromeó sobre trabajar junto a Joaquín Sánchez, otra leyenda bética, en un proyecto futuro.
¿Qué sigue para Guardado?
A sus 38 años, Andrés Guardado está en el umbral de una nueva aventura. En Sevilla, combina la preparación en Madrid con su vida familiar, en una ciudad que considera su hogar. Su objetivo es claro: obtener el título de entrenador y abrir puertas en el fútbol europeo. ¿Lo veremos pronto en el banquillo del Betis? ¿O seguirá los pasos de Márquez en el Tri? Solo el tiempo lo dirá, pero si algo ha demostrado el “Principito”, es que siempre encuentra la manera de sorprender.
Guardado no es solo un ex jugador; es un líder que lleva el fútbol en el alma. Como dijo en su despedida: “Seguiré ligado al fútbol de alguna u otra forma”. Y en Sevilla, donde las leyendas nunca mueren, el “Principito” está listo para reinar desde los banquillos.
Via El Táctico




