La gentrificación se ha convertido en uno de los fenómenos urbanos más influyentes en la Ciudad de México durante la última década. Colonias como Roma, Condesa, Juárez o la Narvarte experimentan una transformación acelerada: los residentes originales ceden espacio a nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo y, junto con ellos, a comercios que buscan capitalizar la ola de consumo. El resultado más visible es el encarecimiento de la vivienda y, de forma cada vez más notoria, de los locales comerciales.
En julio de 2025, El Financiero reportó que en ciertas alcaldías gentrificadas de la CDMX las rentas de locales han llegado a subir hasta un 48% respecto al año anterior, lo que marca un récord reciente en la capital. Este incremento ha puesto en jaque a cientos de negocios tradicionales que difícilmente pueden competir con cadenas, cafeterías boutique o restaurantes internacionales.
Factores que explican la subida
Varios elementos confluyen para explicar este fenómeno:
- Demanda concentrada en colonias emergentes. La visibilidad de estas zonas en redes sociales y en el turismo internacional potencia la llegada de nuevos proyectos comerciales.
- Oferta limitada. La cantidad de espacios disponibles es reducida, lo que genera presión sobre los precios.
- Efecto contagio. El alza no solo impacta a colonias “de moda”, sino que se extiende a barrios colindantes que reciben la demanda desplazada.
- Tendencia post pandemia. Muchos inversionistas que en su momento apostaron por vivienda hoy encuentran en los locales comerciales una opción rentable para diversificar portafolios.
Estadísticas recientes
De acuerdo con datos de Spot2.mx, durante el primer semestre de 2025 se reportan subidas del 10% al 15% en los costos de renta de locales comerciales en colonias como San Rafael, Doctores y Santa María la Ribera, con valores que van desde 300 hasta 700 pesos por metro cuadrado.
Pese a que sus niveles de vacancia superan el rango del 3% al 8% observado en Roma y Condesa, el atractivo de estas zonas va en aumento. Según Jorge Sequeira, cofundador de Spot2.mx
Consecuencias para los negocios
El impacto económico se traduce en cambios profundos en la fisonomía urbana:
- Desplazamiento de negocios tradicionales. Tiendas de barrio, fondas y papelerías enfrentan mayores dificultades para sostenerse en colonias en transformación.
- Nuevos perfiles de consumo. Cafeterías especializadas, coworkings y restaurantes gourmet encuentran en estas zonas un público cautivo dispuesto a pagar más.
- Reconfiguración del empleo. El tipo de comercio que prospera en contextos de gentrificación suele demandar trabajadores con perfiles distintos, en muchos casos más vinculados a servicios turísticos y de hospitalidad.
- Desigualdad territorial. Mientras en unas colonias los precios se disparan, en otras de la misma ciudad los locales permanecen vacíos o se ofrecen a precios significativamente más bajos.
Perspectivas hacia 2026
El reto para los próximos años será equilibrar la modernización urbana con políticas que permitan la permanencia de comercios locales. Algunas voces dentro del sector inmobiliario sugieren explorar incentivos fiscales o esquemas de renta protegida que otorguen estabilidad a negocios de larga data.
Al mismo tiempo, el auge del comercio electrónico y el modelo híbrido físico-digital están influyendo en la manera en que se ocupan los espacios. No es menor que algunos inversionistas ya evalúen adquirir locales comerciales en venta como una estrategia patrimonial a largo plazo, mientras otros ponen la mirada en oficinas en venta adaptadas a nuevos formatos de trabajo compartido.
La pregunta de fondo es si la ciudad podrá mantener su diversidad comercial o si, en cambio, los altos precios terminarán por homogeneizar la oferta, dejando fuera a quienes dieron identidad a esas colonias en primer lugar.




