En distintos hechos registrados en el país, dos funcionarios de áreas de seguridad fueron asesinados durante el fin de semana, uno en Córdoba, Veracruz, y otro en Los Cabos, Baja California Sur.
El primer caso ocurrió en la ciudad de Córdoba, donde el director de Seguridad Pública de Cosolapa, Oaxaca, Saúl Ríos Reyes, fue atacado mientras cenaba con su familia en un restaurante de comida rápida. Sujetos armados irrumpieron en el lugar y dispararon directamente contra él, provocando su muerte en el sitio.
Paramédicos de la Cruz Roja confirmaron el deceso, mientras que autoridades municipales y estatales acordonaron el área para el levantamiento de evidencias. La Fiscalía General del Estado de Veracruz abrió una carpeta de investigación por homicidio doloso y analizó grabaciones de cámaras de seguridad para dar con los responsables. Hasta el momento no se reportan detenidos.
El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense en el ejido San Miguelito, donde familiares realizaron la identificación. El ayuntamiento de Cosolapa lamentó el asesinato mediante una esquela difundida en redes sociales.
En otro hecho, ocurrido en San José del Cabo, Ángel de Jesús Ojeda, administrador de la Dirección General de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal, fue ejecutado en la colonia Villa Bonita. El ataque se registró alrededor de las 10:25 horas, cuando se reportaron detonaciones de arma de fuego; al llegar elementos de seguridad confirmaron que la víctima ya no contaba con signos vitales.
Cabe recordar que, en abril pasado, el nombre de Ojeda apareció en una manta que señalaba presuntas responsabilidades de funcionarios locales, donde se exigía su renuncia.
Tras el asesinato, el XV Ayuntamiento de Los Cabos condenó los hechos y manifestó su respaldo a la Procuraduría General de Justicia de Baja California Sur, que se encargará de las investigaciones.
“Condenamos estos hechos y reiteramos nuestro apoyo para la investigación que estará realizando la PGJE del Gobierno de Baja California Sur”, señaló en un comunicado.
Ambos crímenes se suman a una serie de ataques contra autoridades locales en México, que han generado preocupación por la seguridad de funcionarios vinculados a áreas de seguridad pública y política.
