La inversión industrial se ha reducido debido a la incertidumbre en Estados Unidos.
Grupo MAEN planea dar de baja entre el 20 y 30% de su personal antes de fin de año.
Se busca reestructurar operaciones y priorizar mercados con mayor certidumbre de venta.
Cuitláhuac Pérez, presidente del grupo MAEN, señaló que la inversión en el sector industrial se ha frenado, registrando una drástica caída durante el último trimestre debido a la situación generada por la amenaza de aranceles en Estados Unidos. “Llevamos tres meses de caída en la dinámica del sector industrial que ha sido del 30%”, indicó.
Explicó que esta disminución no se debe a la ausencia de clientes, sino a que los compradores en Estados Unidos están a la expectativa y no saben si invertir en este momento es la mejor decisión ante las medidas económicas inciertas.
Comentó que es necesario realizar una reestructuración completa y directa, ajustando el volumen de ventas actual. “No podemos seguir con un costo de operación que no se puede pagar, necesitamos reestructurarnos y sobrevivir literalmente hasta que haya certeza”, afirmó.
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De acuerdo con analistas financieros en Estados Unidos, se estima que no se tendrá certidumbre antes de un año. “A lo mejor para mediados del 2026 podríamos tener algo de claridad económica respecto a lo que está pasando con la geopolítica”, dijo.
Respecto a su empresa, Pérez explicó que se planea dar de baja entre el 20 y 30% del personal antes de que termine el año. Detalló que las nuevas plataformas de NISSAN, programadas desde hace seis años, comenzarán a operar en octubre. Inicialmente, se proyectaba producir 150 mil vehículos al año, pero ahora se ajustará la producción al 50%.
Asimismo, señaló que se busca concentrarse en mercados con mayor certeza en la venta de vehículos y reducir presencia en los de mayor incertidumbre. “Las ventas proyectadas no se van a cumplir, por lo que debemos reestructurarnos y buscar otras opciones de mercado”, indicó.
Actualmente, la empresa cuenta con alrededor de 300 empleados, por lo que tras los ajustes se quedaría con aproximadamente 200. Aunque reconoció que la llegada de NISSAN a la planta Morelos es positiva, explicó que los beneficios se verán en dos años, periodo en el que se asegurará la producción y se comenzará a integrarse a la cadena de suministro de la empresa japonesa.




