El pasado 10 de septiembre se estrenó Las Muertas, la nueva miniserie dirigida por Luis Estrada, basada en la novela de 1977 de Jorge Ibaergüengoitia. ¿Pero sabías que está inspirada en un caso real que sacudió a México? Te contamos todo sobre Las Poquianchis y su influencia en quehacer artístico mexicano.
¿De qué trata Las Muertas?
Las Muertas retoma la historia contada por Jorge Ibargüengoitia, la cual sigue a un par de hermanas que, durante finales de la década de los 50 e inicios de los 60, utilizaban su estatus social para dirigir una red de prostitución y explotación formada por mujeres jóvenes esclavizadas. Tras el descubrimiento de diversos cuerpos de las víctimas, comienza una investigación construida por testimonios de los habitantes de la zona, desatando los secretos más oscuros de las hermanas Baladro.
Puedes ver la miniserie completa en Netflix, la cual cuenta con 6 episodios en total.
https://youtu.be/kX3PfmuEanY?si=BBaQ37SKgxCjuuAZ
¿Cuáles son las diferencias entre Las Muertas y Las Poquianchis?
- Las hermanas detrás de la red de prostitución: no eran dos, eran más
En la serie, la historia gira en torno a Serafina Baladro y Arcángela Baladro como hermanas y líderes de la red de prostitución y explotación. En el caso real, las mentes detrás también eran hermanas, pero en realidad eran 4: Delfina, María del Carmen, María Luisa y María de Jesús. Serafina, inspirada en Delfina González Valenzuela, y Arcángela, inspirada en María de Jesús González Valenzuela, quien era considerada la cabeza criminal de la organización.
- Más que ser monstruos y brujas, eran mujeres complejas capaces de mostrar ternura, y al mismo tiempo, crueldad
En el caso original, la prensa sensacionalista adoptó el término de “poquianchis” para bautizar a las hermanas González Valenzuela, acompañado de un tono despectivo que quedó asociado para siempre con su historia, lo que provocó que las víctimas quedaran en segundo plano. Los medios amarillistas declararon que las hermanas practicaban brujería y rituales satánicos, además de que habían asesinado más de 150 mujeres, pero más adelante se confirmó que era un invento para conseguir más atención. La adaptación de Luis Estrada da en el clavo al retratar el acercamiento de la prensa amarillista con el caso, también nos permite conocer más profundamente a las Poquianchis, empatizar con ellas y dar espacio para humanizarlas. Ojo, no justifica sus acciones, pero sí abre la conversación a verlas más que unas hermanas malvadas motivadas por la ambición y la crueldad, además de reconocer el sistema político que permitió que operaran por tanto tiempo.
- Personajes como La Calavera, Simon y Capítán Bedoya representar figuras importantes, pero no se ubican en la historia real
Todos los personajes son ficticios. Pero en el caso de estos protagonistas, se dieron la libertad de contar sus propias historias reflejando la complicidad, la autoridad y la fascinación que gira en torno a las Poquianchis. En el caso del Capitán Bedoya, representa la figura de la ley, que se mueve entre una delgada línea entre justicia y corrupción. En el caso de Simón, busca ser el portavoz de la historia, representando la fascinación y horror que causaban las Poquianchis. Y en el caso de La Calavera, representa la complicidad, al ser la mano derecha de las hermanas Baladro y cuidadora de las víctimas.
- La tercera hermana que no era parte de la red de trata
¿Recuerdas que mencionamos que esta adaptación se reduce en 2 hermanas? Es porque la inclusión de una tercera hermana, introducida como Eulalia Baladro, no toma el mismo protagonismo que Serafina y Arcángela. Es presentada como una simple cómplice, más no como una de las líderes, como en la historia original donde todas asumieron el rol de líderes.
- No existen datos que indiquen que Las Poquiachis tuvieran hijos
Una de las subtramas que se muestra dentro de Las Muertas es la historia del personaje Beto Paredes, quien es presentado como el hijo de Arcángela Balandro, el cual se involucra en negocios ilícitos no relacionado con la red de prostitución de su mamá y tías. Sin embargo, no hay registros oficiales ni testimonios confiables que confirmen que alguna de ellas tuviera hijos. Y dado el nivel de violencia, manipulación y encierro que caracterizaba su red criminal, es muy poco probable que ellas mismas hubieran tenido o criado hijos.
- El pueblo de Mezcala es falso
La historia se desarrolla en el pueblo ficticio conocido como Mezcala. Pero en realidad los burdeles se encontraban en diferentes locaciones como San Francisco del Rincón, Purísima del Rincón, León (Guanajuato), Lagos de Moreno y El Salto (Jalisco), operando todo el tiempo en la zona del Bajío. La serie se grabó en Estudios Churubusco, pero la grabación se extendió hasta más de 200 sets repartidos entre Guanajuato, San Luis Potosí y Veracruz.




