Luis Alberto Padilla Ponce, nacido el 24 de febrero de 1985 en Guadalajara, Jalisco, ha forjado una carrera destacada en el fútbol mexicano, alternando entre la defensa y labores ofensivas y consolidándose como un referente de consistencia y esfuerzo.
De Guadalajara al profesionalismo
Padilla debutó con el Club Necaxa en el Apertura 2006, bajo la dirección técnica de Hugo Sánchez, enfrentando al Veracruz. Pronto encontró regularidad y comenzó a moverse entre clubes buscando oportunidades para mostrarse.
Clubes y rendimiento
A lo largo de su carrera, Padilla militó en varios equipos importantes:
- Necaxa (2006-2007 y 2009-2016): participación estable con goles ocasionales.
- Dorados de Sinaloa (préstamo entre 2007 y 2009): acumuló buena cantidad de partidos y aportó al ataque con goles.
- Celaya (2016-2018): siguió mostrando su experiencia en la Liga de Ascenso.
- Alebrijes de Oaxaca (2018-2019): su etapa final como jugador profesional.
En total, jugó más de 350 partidos a nivel profesional y anotó alrededor de 14 goles en su trayectoria.
Herencia futbolística y vida personal
Padilla proviene de una familia con tradición futbolística. Su padre, Luis Alberto Padilla Velasco, también tuvo una extensa carrera como jugador y, en etapas posteriores, como entrenador o gestor dentro del fútbol. Este legado familiar ha sido una base que ha acompañado a Padilla durante toda su carrera.
Legado y significado
Luis Alberto Padilla representa el perfil del futbolista trabajador: no siempre vistiendo las portadas, pero mostrando entrega, versatilidad y continuidad. Su paso por múltiples clubes y su capacidad para adaptarse le han dado valor tanto en estadios de Primera División como en los torneos de ascenso.
Aunque ya no está activo como jugador profesional, su recorrido sigue siendo referencia para jóvenes defensores que buscan consolidarse en el fútbol mexicano, demostrando que la constancia y el profesionalismo son virtudes que perduran más allá de los reflectores.




