Ante los rumores de una alianza entre Movimiento Ciudadano y el PAN de cara al proceso electoral de 2027, y aunque los naranjas salieron a desmentir esta situación afirmando que irán solos en la siguiente elección, los del movimiento fosfo sí dijeron que veían a Lorena Martínez como candidata fuerte a la alcaldía para representarlos. Pero, para sorpresa de muchos, Lorena salió a decir que tiene colores hasta para escoger, pues sin tapujos dio a conocer que, si decide contender por la alcaldía, tiene las puertas abiertas con Morena, pero que si busca la gubernatura, las puertas se abren en Movimiento Ciudadano. Aunque si de “ideologías” se trata, Lorena dice sentirse más identificada con los naranjas, pero confirma estar en diálogo con ambos colores.
Que se decida
Estas declaraciones de Lorena Martínez generaron muchas reacciones dentro de Movimiento Ciudadano, entre ellas, la de la diputada Anayeli Muñoz, quien en una entrevista dijo que Lorena se tiene que definir ya, es decir, que no ande de tibia ni a medias tintas. La legisladora federal consideró una falta de respeto para el electorado estar pisando dos terrenos ideológicamente antagónicos para ver en cuál quedarse. Las declaraciones de Muñoz también despertaron comentarios, pues fue de las primeras que, hace más de diez años, respaldaron las aspiraciones de Lorena a la gubernatura. Nadie niega su cercanía y amistad, que persisten, pero la legisladora federal no dudó en recordar que en su momento Lorena había renunciado a la dirección del IEA para buscar una senaduría por Movimiento Ciudadano, pero que, a la mera hora, no se animó y se bajó de la jugada para regresar a la administración panista, al cargo que ocupa actualmente como representante del Gobierno Estatal en Ciudad de México.
Así que Lorena tiene entre sus manos una de las decisiones políticas más difíciles en sus últimos años: decantarse entre los colores guindas o los naranjas, sin olvidar su pasado de toda una vida en el tricolor y el hecho de haber servido en los últimos tres años al estado desde el gobierno blanquiazul. Algo que, posiblemente, le pueda pasar factura entre un sector del electorado que sigue viendo como tabú el que personajes políticos pasen de un partido a otro.
La otra parte
Mientras que los naranjas le dicen a Lorena que ya tome una decisión, los de Morena le dan la cortesía de que se tome su tiempo. Al contrario de presionarla, Gilberto Gutiérrez reiteró lo dicho en su momento por el diputado local Fernando Alférez: en Morena las puertas están abiertas para Martínez, confirmando que ya hay pláticas y acercamientos.
El dirigente estatal de la transformación fue cuidadoso para no herir sentimientos internos de los demás suspirantes, pues aseguró que Lorena no es el único perfil que tienen para competir. Sin embargo, si unimos los hilos, el acercamiento de Lorena con los guindas podría traer paz entre los morenitos, pues, por lo menos, los cotitos de poder de la maestra Nora Ruvalcaba le darían el respaldo, al igual que el grupo de Aldo Ruíz y la regidora Ivón González. Esta última tampoco niega la cruz de su parroquia: cuando estuvo en el PRI, mostró públicamente su apoyo a Lorena; tanta era la confianza que la ahora regidora de Morena estuvo al frente de la Fundación Mamá Cuca, creada por la propia Martínez.
Incluso, hay quienes afirman que Lorena tiene tanto peso por su diplomacia política que solo faltaría el visto bueno del cotito de poder de Arturo Ávila, quien seguramente pondría condiciones para aceptarla como candidata, en caso de ser ese el escenario. Otro factor determinante es la capacidad de negociación que Lorena Martínez ha mostrado desde su posición con funcionarios públicos federales, incluida la misma Sheinbaum, lo que también le da un plus.
Afiliaciones al 2×1
Ya comenzaron los señalamientos sobre el incremento de afiliación a los guindas. Dicen que sus más de 60 mil afiliados en la entidad responden al uso de programas sociales. Al menos eso sostiene el líder del PAN, Javier Luévano, quien asegura que entre tantos afiliados ya se detectó duplicidad con otros partidos, es decir, que algunos aparecen registrados también en otras fuerzas políticas, lo cual no está permitido.
El líder morenista, Gilberto Gutiérrez, desmiente las acusaciones y asegura que su proceso interno de afiliación está bien cuidado y que quienes militan lo hacen libremente. En todo caso, estimado lector, si sospecha que figura como afiliado en algún partido político sin su consentimiento, puede solicitar su baja ante la autoridad electoral.
Publicidad mañosamente legítima
Tanto el alcalde Leot Montañez como el secretario del Ayuntamiento Enrique Galo se pronunciaron sobre los espectaculares de Galo y sus intenciones de gobernar la capital. Ambos coincidieron en que no son ilegales. En efecto, no lo son, pero nadie puede negar que son producto de una maniobra: se paga al medio para publicarlos y se disfrazan como si fueran nota de interés. Cuestionable la maroma, sí lo es, pero también es parte del juego de las lagunas jurídicas electorales. No serán los primeros ni los últimos en aplicarlas, pues ya en todos lados se ven bardas y espectaculares de suspirantes de todos los sabores y colores.
Gandallas
Después de la aprobación de la Ley de Amparo, los senadores, mientras todos dormíamos para levantarnos temprano a trabajar y sacar adelante al país, nos metieron gol. Modificaron la ley de origen (que ya era cuestionable) para que la reforma fuera retroactiva. Aunque quisieron verse muy “listos”, solo demostraron lo que todos sospechábamos: su ignorancia.
Constitucionalmente, el principio de no retroactividad prevalece, por lo que lo que hicieron es inconstitucional. Hasta la propia mandataria Sheinbaum dijo que esa no era su propuesta y que ahora la Cámara de Diputados deberá corregir esa “gandallez” de los senadores. Por cierto, el artífice de esta ocurrencia fue el senador de Morena, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, a quien ya podemos bautizar como Ladrón, pero de la retroactividad. Qué bárbaros, pareciera que los legisladores federales guindas fueron asesorados por un pasante de derecho que, encima, les cobró 805 mil pesos.
