Seamos honestxs, cuando hablamos de videojuegos pensamos en un espacio predominantemente masculino. Sin embargo, existe una curiosa tendencia entre los hombres: prefieren usar avatares de personajes femeninos por encima de los masculinos.
¿A qué se debe esto? Spoiler, la mayoría pertenece a la población LGBTQ+, pero no son lxs únicxs.
Históricamente, muchas personas recurren al mundo de los videojuegos para escapar de su realidad, para distracción o entretenimiento, pero todxs coinciden en una cosa: se ha convertido en un espacio seguro para generar conexiones, mantenerse en contacto con más personas alrededor de todo el mundo y crear comunidad. Ya no solo son los hombres los que dominan estos espacios, la inclusión de mujeres, hombres, personas trans o no binarias, ha permitido construir un espacio seguro en el que puedan expresarse libremente.
Dados los retos a los que se enfrentan las personas LGBTQ+ en la vida diaria, los videojuegos ofrecen una alternativa para vivir sus identidades libres de sufrir violencia o ser rechazadxs, sin importar el tipo de identidad que elijan. En estos espacios, elegir un avatar digital es la forma en la que se presentan ante el mundo, y en los últimos años, los videojuegos han ganado mucha popularidad entre la comunidad LGBTQ+.
Para las personas LGBTQ+, estos espacios virtuales brindan una oportunidad de expresar su identidad, ser reconocidos y ser vistos plenamente a través de avatares. La elección de estos personajes no son coincidencia, pues en muchas ocasiones elegir un personaje femenino les ayuda a reflejar su singularidad en la vida real. Para lxs jugadores LGBTQ+, jugar no solo consiste en ganar o perder, sino en ser todo lo que uno puede ser.
Sin embargo, no son la única población que eligen a los personajes femeninos: muchos de los hombres que se identifican como cisheterosexuales, también tienden a inclinarse por esta opción. Y te preguntarás por qué.
Muchos de los usuarios masculinos han hablado abiertamente de este fenómeno, y resulta que todos coinciden en que hay cierto “sentido de liberación” al escoger un personaje diferente a su género, con ello, viene una sensación diferente de explorar la aventura o adrenalina. También mencionan que el uso de personajes femeninos funciona como un “escape” a las expectativas masculinas que enfrentan a diario. En este sentido, están desafiando los roles de género al descartar la opción obvia, y están optando por priorizar sus habilidades, conocimientos y fluidez por encima de la identidad en la que se presentan. Entre otras razones por las que recurren a personajes femeninos, muchos de estos hombres resaltan que buscan activamente “interacciones sociales diferentes al encarnar una mujer”, por lo que les da la oportunidad de explorar, conocer y asumir un género diferente y lo que eso conlleva. (Sí, desde la discriminación de género hasta convertirse en un ícono femenino poderoso.)
Es importante destacar este dato, ya que elegir a personajes femeninos en videojuegos no necesariamente tiene que inclinarse en materias LGBTQ+, pues la imposición de roles de género nos afecta a todxs de distintas maneras y limita nuestra posibilidad de explorar las “masculinidades y feminidades”. Lo que estamos viendo que sucede en estos espacios virtuales, ofrece una alternativa a esto.
Por otro lado, los hombres que se identifican como gay o bisexuales, coinciden en que asumir roles femeninos, puede ser algo político. Además de optar por una alternativa a los roles tradicionales, están haciendo una crítica a la masculinidad hegemónica que suele predominar estos espacios. Además, señalan que por años, los videojuegos han sido creados por y para los hombres, por lo que es necesario la creación de videojuegos con más puntos de vista.
En contraste, se muestra una aproximación diferente por cada usuario, pero hay un punto de encuentro entre los hombres heterosexuales, gays o bisexuales al momento de jugar: todxs están buscando nuevas formas de expresión en espacios digitales, y optar por presentarse como personajes femeninos les abre esas posibilidades. Ya sea si unos ven la elección de género como una herramienta para explorar o que otrxs lo perciben como un medio para acceder a experiencias más alineadas con su orientación o identidad, todxs convergen en el mismo espacio de forma libre.




