De acuerdo con el Proyecto de Presupuestos de Egresos de la Federación (PPEF) 2026, primer presupuesto elaborado por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, se sustituirá el programa de apoyo a refugios para mujeres víctimas de violencia por otro programa social que fusione varias políticas de género. La Red Nacional de Refugios (RNR) advirtió que al tener su presupuesto mezclado, se corre el riesgo de invisibilizar los refugios y retroceder en derechos humanos.
Durante la reunión extraordinaria de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputadas y Diputados, la titular de la Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández informó que se realizaría una fusión entre los programas sociales ‘Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus Hijas e Hijos’ y el ‘Programa para Promover la Atención y Prevención de la Violencia Contra las Mujeres’ para optimizar los recursos y mejorar la atención a las mujeres. Entre ambos programas sumarían casi 857 millones de pesos.
La titular Hernández insistió que la fusión de estos dos programas va eficientar la implementación de cada uno sin descuidar sus propósitos y objetivos. “No se recorta ni elimina presupuesto, se fusionan los programas con el fin de eficientar los recursos y mejorar la atención y servicios que brindan, pues además se incluyen los centros de justicia y el presupuesto para la alerta de género”, agregó. Sin embargo, la directora de la Red Nacional de Refugios (RNR), Wendy Figueroa señaló que esta propuesta de presupuesto representa un retroceso en materia de derechos humanos, ya que se invisibiliza la importancia de estos espacios como resultado de esta fusión.
El Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus Hijas e Hijos ha estado vigente desde 2021 operando con el mismo presupuesto durante estos 4 años, a pesar de la demanda de estos servicios. A esto, Wendy Figueroa añadió: “entre enero y julio de este año, los refugios tuvieron un incremento del 5% en los apoyos directos a víctimas, así como un aumento del 600% en las ayudas que brindan a través de los centros de atención externa, en comparación al mismo periodo del 2024, lo que evidencia que las violencias no han ido en disminución.” Esto se suma a una serie de dificultades que los refugios enfrentan hasta la actualidad.
Con la reciente fusión, no existe claridad sobre los montos específicos que se deben destinar anualmente tanto para los refugios como sus centros externos, lo que podría comprometer su funcionamiento y la atención integral de las víctimas. De acuerdo a la declaración de Citlali Hernández, se detalló que dentro del Programa para la Prevención y Detección de las Violencias Feminicidas y la Atención de las Causas, en donde fueron integrados, se destinó un monto de $856 millones 782 mil, pero no existe un desglose que garantice cuánto se destinará realmente a Refugios y Centros de Atención Externa.
La directora de RNR ha cuestionado esta fusión e insiste que se necesita reconsiderar la propuesta de presupuesto para que el modelo de los refugios pueda continuar operando de manera muy puntual en la prevención de la violencia feminicida. “Los refugios salvan vidas y son un derecho. Eliminar su nombre del presupuesto es invisibilizar a las mujeres que sobreviven a la violencia feminicida. Por eso exigimos que los refugios no solo no desaparezcan, sino que se nombren y reconozcan con presupuesto suficiente, progresivo y con reglas claras”, señaló Figueroa.
Los refugios surgieron como iniciativa de la sociedad civil y de los movimientos de mujeres, con la Red Nacional de Refugios (RNR) como una de las principales impulsoras. Su labor ha sido clave para visibilizar la violencia de género y posicionar esta problemática en la agenda pública como una cuestión de seguridad, salud pública, derechos humanos y acceso a la justicia. Al no ser designado como un programa autónomo dentro del presupuesto federal, se corre el riesgo de debilitar su funcionamiento e incluso de propiciar su eliminación. Esta decisión amenaza con borrar más de 2 décadas de trabajo sostenido por parte de la RNR, invisibilizando la causa fundamental de los refugios: proteger a miles de mujeres y sus familias.




