Tensión en Morena San Pancho: aprender de los errores y fortalecer el movimiento
El pasado domingo 12 de agosto, la militancia de Morena en San Francisco de los Romo se reunió para conformar el comité seccional de la sección 475, como parte de la campaña “Súmate”, que busca no solo afiliar a millones de militantes en todo el país, sino también fortalecer la organización interna y garantizar representación en cada sección electoral. El comité ejecutivo estatal, encabezado por Gilberto Gutiérrez Lara, ha emprendido esta tarea con el apoyo de los referentes políticos más importantes del movimiento: Nora Ruvalcaba, Arturo Ávila y Aldo Ruiz.
Lo que debía ser un ejercicio de democracia interna se vio empañado por un momento de tensión entre el diputado plurinominal Rodrigo Mireles, la regidora Ana Lilia Martínez y la exregidora Ivonne Martínez. Varios videos en redes muestran cómo el diputado hace señalamientos directos a la regidora Ana Lilia, preguntando frente a los asistentes “¿A quién representa? Ya ves, a nadie”, generando un ambiente incómodo que no corresponde a la manera en que quienes representan al pueblo deben conducirse.
En medio de la confrontación, Ivonne Martínez respondió con palabras desafortunadas. Si bien no se justifican, deben entenderse dentro del contexto de provocación y la tensión política que vive el municipio.
El miércoles siguiente, Ivonne Martínez dio un paso que demuestra altura humana y política: publicó un video disculpándose públicamente, reconociendo su error, reiterando su respeto a la comunidad LGBTTTIQ+ y aclarando que nunca fue su intención generar odio o discriminación. Este acto es prueba de madurez, compromiso y liderazgo.
Más allá del incidente, la exregidora denunció prácticas preocupantes dentro del municipio, que incluyen la intervención de la alcaldesa Margarita Gallegos y ciertos perfiles priistas, con intención de influir en Morena. Este tipo de acciones desvían la atención de lo verdaderamente importante para San Pancho: el gasto público excesivo, la falta de agua en los hogares y los privilegios de quienes gobiernan, en un municipio donde Margarita Gallegos simboliza represión, nepotismo, influyentismo y un gobierno enfocado en beneficios personales más que en el bienestar de la ciudadanía. Cabe recordar que quien suscribe compitió en 2024 por la candidatura al Distrito 4 Local, que comprende San Pancho, y ha sido testigo de malas prácticas, persecución política, amenazas, sabotajes y coacción del voto que persisten en el municipio.
Este episodio evidencia que el crecimiento de Morena en municipios competitivos rumbo a 2027 exige fortalecer el diálogo interno, la formación política y la unidad del movimiento. Los intereses personales nunca deben estar por encima del proyecto de transformación que impulsa nuestro movimiento en Aguascalientes y en todo el país. Las desuniones internas dan espacio a actores que buscan fracturar y desarticular Morena, y no sería extraño que el PRI o el PAN intenten sacar ventaja política de esta coyuntura. Sin embargo, la respuesta debe ser institucional, a través de las instancias correspondientes, y nunca con linchamientos entre compañeros.
Algunos actores han intentado desprestigiar a Ivonne Martínez, evidenciando un carroñerismo político que nuestro movimiento rechaza. El linchamiento público no construye; divide. Debemos dirimir los conflictos donde corresponde y priorizar la causa colectiva sobre las diferencias personales.
Desde esta columna, como militantes y simpatizantes de Morena, respaldamos la valentía de Ivonne Martínez, quien reconoció su error, se disculpó y sigue trabajando por San Francisco de los Romo. Su trayectoria, su compromiso con la gente y su denuncia ante los abusos de poder son prueba de lo que significa ser un militante comprometido con los principios de nuestro movimiento.
Al final, este episodio deja una lección clara: errar es humano, pero aprender de los errores y transformarlos en oportunidades de crecimiento colectivo es verdaderamente revolucionario. Morena se construye con altura política, diálogo, unidad y respeto a los procesos institucionales, no con linchamientos ni ataques internos.




