En la historia del fútbol mexicano hay nombres que trascienden la cancha, que dejan de ser simples jugadoras o jugadores para convertirse en símbolos de resistencia, orgullo y evolución.
Uno de esos nombres, grabado con letras de oro, es el de Maribel Domínguez Castelán, conocida en todo el mundo como “Marigol”.
Nacida en Ciudad de México, Maribel se convirtió en una de las futbolistas más importantes y valientes en la historia de México, una pionera que rompió barreras de género, conquistó goles imposibles y cambió la percepción del fútbol femenino en un país que durante años le dio la espalda al talento de las mujeres. La historia de Maribel es la historia de una niña que jugaba con los hombres en las calles, de una adolescente que tuvo que disfrazarse para poder competir, y de una mujer que le dio voz a miles de niñas que soñaban con ser futbolistas.
Infancia, lucha y el inicio de un sueño
Desde los seis años, Maribel ya deslumbraba en los llanos y canchas de tierra en Chalco, Estado de México. En aquel entonces, el fútbol femenino prácticamente no existía en el país, por lo que jugaba con niños bajo el nombre de “Mario” para evitar que la expulsaran de los torneos. Aquella pasión fue su impulso para no rendirse ante los estigmas. Su familia, en especial su madre, fue su gran apoyo, mientras que muchos le decían que el fútbol “no era para mujeres”. A mediados de los años 90, se integró al Club Lioness, uno de los primeros equipos femeniles organizados en México, y posteriormente fichó por el Club León Femenil, donde comenzó a destacar con su potencia física, su olfato goleador y su carácter competitivo.
Con León, empezó a llamar la atención a nivel nacional, anotando de manera constante y convirtiéndose en una figura del incipiente fútbol femenil amateur mexicano.
La polémica que la hizo leyenda
En 2004, cuando el fútbol femenino aún no tenía liga profesional en México, Maribel Domínguez desafió al sistema. Tras brillar con la Selección Mexicana, el Club Celaya, que militaba en la Primera División A, le ofreció un contrato profesional para jugar en el equipo varonil.
La noticia dio la vuelta al mundo. La FIFA, sin embargo, negó la posibilidad argumentando que las competencias masculinas y femeninas debían mantenerse separadas, pero el gesto de “Marigol” rompió un paradigma global. Aquel intento no fue un fracaso, sino un acto de valentía que visibilizó la desigualdad en el fútbol y colocó a Maribel en la conversación internacional. Fue portada de medios internacionales como The New York Times, BBC, El País y ESPN, y desde entonces se convirtió en una figura de lucha e inspiración para las mujeres deportistas del mundo.
Su paso por el FC Barcelona
Antes de aquella polémica, Maribel Domínguez ya había conquistado Europa. En 2002, firmó con el FC Barcelona Femení, en una época en que el fútbol femenino en España aún no era profesional.
En el conjunto blaugrana, Maribel anotó más de 30 goles en dos temporadas, siendo una de las máximas artilleras del club y pieza clave en su ascenso a la Primera División. Su potencia, técnica y velocidad sorprendieron al fútbol español, y la prensa local la bautizó como “Marigol”, apodo que se convertiría en parte de su identidad deportiva.
En el Barça, Maribel demostró que las mexicanas podían competir al máximo nivel. Su paso por el club fue histórico, no solo por los goles, sino por abrir la puerta a otras jugadoras mexicanas en el fútbol europeo.
Experiencia en Estados Unidos y consolidación internacional
Luego de su etapa en España, Maribel Domínguez emigró a Estados Unidos, donde jugó en el Atlanta Beat, en la Women’s United Soccer Association (WUSA), la primera liga profesional femenina del país. Allí se enfrentó a las mejores futbolistas del mundo, incluidas estrellas como Mia Hamm, Abby Wambach y Birgit Prinz; aunque la liga se disolvió poco después, su experiencia la consolidó como una jugadora de clase mundial.
Posteriormente jugó en clubes de Estados Unidos y regresó a México para seguir promoviendo el fútbol femenil cuando aún no existía la Liga MX Femenil. Durante ese tiempo, Maribel fue embajadora del balompié femenino y participó en proyectos sociales y deportivos que buscaban darle visibilidad a las mujeres deportistas.
Donde se convirtió en leyenda
El verdadero escenario donde Maribel Domínguez alcanzó la eternidad fue con la Selección Mexicana Femenil. Debutó en 1998 y rápidamente se ganó un lugar como titular y líder ofensiva. Su impacto fue inmediato: su garra, su liderazgo y su instinto goleador la convirtieron en la capitana y máxima referente del equipo nacional.
Participó en tres Copas del Mundo (1999, 2011 y 2015, aunque en esta última no jugó por decisión técnica), además de Juegos Panamericanos, Premundiales y los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde su actuación fue brillante, anotó dos goles que llevaron a México a los cuartos de final, la mejor actuación olímpica en la historia del fútbol femenil mexicano.
En total, anotó más de 80 goles internacionales, cifra que la colocó como la máxima goleadora histórica del Tri Femenil, récord que mantuvo durante más de una década.
Reconocimientos, premios y legado histórico
A lo largo de su carrera, Maribel Domínguez recibió numerosos reconocimientos nacionales e internacionales. En 2005, la FIFA la incluyó entre las 50 mujeres más influyentes en la historia del fútbol mundial; además fue nombrada Deportista del Año en México, y medios internacionales como ESPN y CNN en Español la reconocieron como una de las atletas latinoamericanas más importantes del siglo XXI.
Su imagen trascendió el fútbol: fue invitada a congresos, universidades y foros internacionales sobre equidad de género, y su historia ha sido relatada en documentales y programas de televisión como ejemplo de superación, disciplina y empoderamiento femenino.
De jugadora a entrenadora
Tras retirarse como futbolista profesional, Maribel Domínguez decidió continuar su legado fuera del campo. Se preparó como directora técnica y comenzó a trabajar en el desarrollo de selecciones menores femeniles dentro de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
Dirigió a la Selección Mexicana Sub-15 y posteriormente a la Sub-20, con las que logró buenos resultados en torneos internacionales y se ganó el respeto de sus jugadoras, pero, en 2022, su carrera enfrentó un momento difícil al ser separada temporalmente por una investigación interna, la cual no encontró pruebas en su contra, permitiéndole mantener su trayectoria en el desarrollo del fútbol femenil mexicano.
Pese a esa controversia, Maribel Domínguez se mantuvo como una de las entrenadoras más respetadas y admiradas del país, siendo una de las pocas mujeres en posiciones de liderazgo dentro del sistema nacional.
Más que una futbolista, un ícono
Hoy, Maribel Domínguez continúa siendo una de las grandes embajadoras del fútbol femenino mexicano. Su historia de una niña que tuvo que disfrazarse de niño para jugar se convirtió en la mujer que abrió las puertas y por eso, hoy su nombre está grabado en la historia del fútbol mexicano como la jugadora que no solo cambió un deporte, sino que transformó una cultura.
Porque si algo dejó claro “Marigol”, es que los sueños, cuando se juegan con el corazón, no tienen género ni límites.




