¿Qué pasaría si juntáramos a lesbianas, bisexuales, personas trans y el resto del colectivo LGBTQ+ en unas canchas de tenis? El resultado es Lesbian Garros, el primer espacio deportivo con políticas inclusivas orientado a la comunidad queer en Madrid, España.
Después del COVID-19, Ana empezó a tomar clases de tenis con su mejor amiga porque necesitaba hacer una actividad al aire libre. De vez en cuando subía historias a Instagram, sin darse cuenta que despertaría un enorme interés en su círculo de amistades. “Creé una cuenta de Instagram, publiqué algunos memes para generar expectación y lo consideré más un picnic divertido que un evento real. Pero el día del torneo, la energía cambió.” Cuenta en una entrevista para GO Magazine sobre la primera edición de lo que sería Lesbian Garros.
Tomando como referencia el popular Abierto de Francia, conocido como Roland Garros, Ana decidió jugar con las palabras y cambiar la palabra Roland con Lesbian, priorizando e invitando a las mujeres queer de su vida a participar en un espacio completamente abierto, diverso e incluyente.
Ana cuenta que Lesbian Garros empezó como un proyecto poco pretencioso y ambicioso, pero en cuestión de 6 meses, ya eran 200 personas las que conformaban la ¡liga!, como le llaman. A eso, se le suman 150 personas más que se inscribieron al torneo. “Para la final, 30 amigos estaban completamente concentrados. En un momento dado, el público guardó silencio durante un punto crucial y luego estalló en celebración. Fue entonces cuando me di cuenta de que esto parecía un torneo de verdad.” Menciona respecto a su primera edición.
Tras la primera edición del torneo amateur en 2023, Ana y su grupo de amigas se dieron cuenta de que más que un torneo de tenis, esta era una oportunidad real para unir a mujeres, personas trans, no binaries, hombres gays y hasta hombres heterosexuales para resignificar este tipo de espacios. Las personas a su alrededor ansiaban por espacios como este.
No hace falta estar muy metido en el mundo del tenis para saber que es un deporte con fama de elitista que definitivamente conserva prácticas bastante tradicionales, a menudo marcadas por la homofobia y transfobia. A ello, se le suma la falsa percepción de que es una disciplina individual y poco accesible. Sin embargo, el enfoque de Lesbian Garros es justamente sacarlo de los clubes exclusivos y llevar este deporte a las calles, sin pretensiones, y transformarlo en un espacio seguro y comunitario para mujeres y grupos disidentes. “Hay una verdadera falta de espacios explícitamente queer en el deporte.” Señala Ana.
Como es un proyecto que nace exclusivamente de la amistad, no es sorpresa que también busque romper la cultura de la competición y reclamar el deporte como una forma de entretenimiento. Añade: “No quiero que Lesbian Garros parezca un torneo de tenis profesional, quiero que siga siendo una reunión de gente que viene a apoyar, asombrarse y disfrutar de sus amigas dando lo mejor en la pista.”
Reconocen la importancia de crear comunidad y promover los espacios seguros e incluyentes, es por eso que no le niegan el espacio a nadie. En su última edición, participaron 96 personas y llegaron a tener hasta 400 espectadores. Mencionan que lo más sorprendente fue ver la diversidad del público: desde grupos de amigas modernas, compañeras de trabajo e incluso familias con niñxs.
Lo que comenzó con tan solo 16 jugadoras, ha pasado a posicionarse en una comunidad de más de 250 personas, y va en aumento. En la actualidad, ofrecen ligas de tenis y pádel, a las que puedes inscribirte a partir de noviembre. También cuentan con eventos, encuentros y muchas más ediciones de torneos.
Estamos en un momento en el que es más necesario que nunca hacer visible esta lucha. Ya contamos con deportistas profesionales abiertamente LGBTQ, particularmente en el mundo del tenis hay varias referentes, pero aún falta un largo camino por recorrer. Una de las participantes, que se identifica como trans no binarie, compartió su experiencia: “Creo que eso es lo que hace Lesbian Garros. No me preocupa ir a jugar con alguien a quien le va a confundir mi género. Para mí, ser queer y formar parte de comunidades queer, también significa hacer queer a la sociedad heteronormada en la que vivimos.”
Lesbian Garros continuará rindiendo homenaje a las pioneras del tenis, desde Billie Jean King, quien abrió el camino a mujeres en el tenis, hasta Daria Kasatkina, una de las pocas jugadoras activas que es abiertamente queer. Al mismo tiempo, el proyecto seguirá apostando por crear y sostener espacios seguros e inclusivos para las personas LGBTQ+, donde el deporte pueda ser habitado desde la comunidad y no desde la exclusión.




