- La maestra Neida Castorena dirige la compañía Triana y ha formado bailarines que hoy destacan a nivel nacional e internacional.
- El programa Ofrendas y tacones, presentado en el Festival de las Calaveras, combina flamenco y danza folclórica con un toque de tradición veracruzana.
- La formación artística temprana y la pasión por la danza son fundamentales para que los jóvenes desarrollen disciplina, valores y proyección profesional.
Durante el Festival de las Calaveras, la compañía de danza española Triana, dirigida por la maestra Neida Castorena Marín, presentó su programa Ofrendas y tacones, que combina flamenco y danza folclórica, incorporando elementos de la tradición veracruzana. La puesta en escena busca acercar al público a la cultura y resaltar la importancia de la formación artística desde edades tempranas.
Con más de 40 años de trayectoria institucional y 20 años al frente de la compañía, Neida Castorena ha visto cómo sus alumnas han crecido, no solo como bailarinas, sino también como profesionales capaces de consolidar sus propias academias. “Ver cómo algunas niñas que empezaron conmigo a los 9 o 10 años ahora son maestras y continúan con su formación artística es lo más gratificante”, compartió.
El programa de este año incluye la coreografía La bruja, que integra flamenco y folclore, y se acompaña de un poema que resalta la tradición y la narrativa de la danza. La maestra explicó que el objetivo es ofrecer un espectáculo que no solo entretenga, sino que también genere aprendizaje y conexión cultural: “Es parte de la formación integral de los niños; desarrollan disciplina, valores y principios, además de habilidades artísticas”, afirmó.
Neida destacó que la danza es una carrera exigente, tanto física como emocionalmente. Los bailarines enfrentan un desgaste constante y requieren dedicación desde temprana edad. Sin embargo, los frutos son evidentes en los logros de sus alumnos: algunos han conseguido presentarse en escenarios nacionales e internacionales, como una de sus alumnas que viajó a España para perfeccionarse y actualmente participa en temporadas en la Ciudad de México.
La maestra también enfatizó la importancia de que los padres permitan que sus hijos exploren la danza por interés propio y no por expectativas familiares. Este enfoque fomenta la pasión y asegura que los jóvenes permanezcan motivados y comprometidos con su desarrollo artístico.
Finalmente, Neida invitó a las familias a conocer más sobre la compañía y sus programas en la página del Instituto Cultural de Aguascalientes, donde se publican los horarios y detalles de inscripción. “Es un orgullo ver cómo los alumnos crecen y trascienden; la danza es un vehículo de formación y un puente hacia oportunidades profesionales y personales”, concluyó.




