En el universo del fútbol internacional, Jonathan Dos Santos emerge como un símbolo de resiliencia y versatilidad, un mediocampista defensivo que ha navegado desde las canchas doradas de La Masía hasta los reflectores abrasadores de la Liga MX. Nacido el 26 de abril de 1990 en Monterrey, México, hijo del exfutbolista brasileño, Zizinho, y hermano del talentoso, Giovani Dos Santos, Jona ha destacado por su visión de juego, tenacidad defensiva y capacidad para crear espacios. Así que este recorrido no solo revelamos estadísticas, sino las anécdotas, desafíos y triunfos que lo convierten en un ídolo binacional.
El salto a la fábrica de estrellas
La vida de Jonathan Dos Santos comienza en Monterrey, donde el fútbol es religión y su padre, Zizinho, le inculcó los valores del deporte desde pequeño. Con apenas 13 años, en 2003, emigró a España para unirse a La Masía, la prestigiosa academia del FC Barcelona. Allí, compartió vestuario con cracks como Lionel Messi, Cesc Fàbregas y su propio hermano, Giovani, quien llegaría un año después. Jona se forjó en las categorías inferiores destacando en el Cadete B y ascendió al Barcelona C en 2008, donde jugó 15 partidos y marcó 1 gol, mostrando su rol como mediocentro organizador.
El gran salto llegó en 2009 con su debut profesional el 28 de octubre en Copa del Rey contra el Cultural Leonesa (victoria 2-0), con solo 19 años sustituyó a Pedro. En LaLiga, se estrenó el 23 de mayo de 2010 ante el Cultural Leonesa (empate 1-1), pero las oportunidades fueron escasas bajo Pep Guardiola. Renovó hasta 2015, pero la competencia fue muy feroz ya que contaban con Busquets, Xavi e Iniesta. Aún así, Jona vivió la gloria culé levantando 3 Ligas, 1 Copa del Rey, 4 Supercopa de España, 1 Supercopa de Europa, 2 Mundial de Clubes y 1 Champions League. Sin embargo, se sintió como un “eterno suplente”, por lo que su salida en 2013 marcó el fin de un sueño, pero el inicio de su madurez.
Donde nace el “Jona” titular
Libre en 2013, Dos Santos firmó con el Villarreal CF por 2.2 millones de euros, uniéndose al “Submarino Amarillo” en Segunda División. Bajo Marcelino García Toral, explotó; en el 2012-13, jugó 36 partidos, anotó 2 goles y dio 3 asistencias, clave en el ascenso a Primera División. En la temporada 2013-14 fue su consagración, 34 encuentros en LaLiga, 1 gol y 2 asistencias, con un estilo que mezcló recuperación de balones y pases precisos (85% de acierto), el equipo terminó 6º y clasificó a Europa League.
En Villarreal, Jona vivió altibajos con lesiones menores en el 2014-15 que lo limitaron a 24 partidos, pero regresó fuerte en la 2015-16 con 32 apariciones, 1 gol y semifinales de Europa League. Su pico llegó en el año 2016-17 consolidándose como pilar defensivo. Pero en 2017, con 27 años de edad, buscó un nuevo desafío: la MLS, atraído por el reencuentro familiar y el estilo ofensivo.
El sueño americano en LA Galaxy
El 27 de julio de 2017, LA Galaxy lo fichó como Designated Player por 5 millones de euros, reuniéndose con Giovani. Debutó el 22 de agosto contra LAFC y pronto se impuso. En la MLS en el año 2018 jugó 28 partidos, marcó 2 goles y dio 4 asistencias, liderando con 90% de pases completos. lo nombraron capitán en 2019 y llevó el dorsal 8 brillando en los playoffs y anotando el gol decisivo en la final de MLS Cup 2019 contra Portland Timbers (3-1 en penales), su primer título como protagonista.
La pandemia en 2020 trajo irregularidades. En 2021, pese a 22 encuentros y 2 goles, el equipo decepcionó, aún así vivió lujos en Los Ángeles rodeado de fiestas con celebridades, Su salida en noviembre de 2021 lo devolvió a México, listo para el “eterno regreso”.
El regreso triunfal a México
El 30 de diciembre de 2021, América lo firmó libre, cerrando el círculo. Su padre jugó allí en los 80. Bajo Fernando Ortiz, debutó el 7 de enero de 2022 contra Cruz Azul y fue rápido su impacto ya que en el Apertura 2023 fue titular indiscutible con 17 encuentros, 2 asistencias, y campeonato ante Tigres. En 2024, con André Jardine, sumó el tricampeonato; en el Clausura 2024 campeón vs Cruz Azul) y en el Apertura 2024 (vs Monterrey), más el Campeón de Campeones 2023-24 y la Supercopa 2024.
En 2025, a sus 35 años, enfrenta el ocaso porque en el Clausura 2025, solo ha podido jugar 5 partidos por lesiones crónicas (rodilla y gemelos), por eso los rumores de un posible retiro al fin de 2025.
Su pasión tricolor
La relación de Jonathan Dos Santos con la Selección Mexicana fue un torbellino de emociones, un capítulo que definió su identidad como mexicano en el fútbol global.
Debutó el 30 de septiembre de 2009 contra Colombia en un amistoso con apenas 19 años, y rápidamente se convirtió en un fijo en el mediocampo. En total, disputó 58 partidos oficiales, anotó 5 goles y dio 4 asistencias, defendiendo la camiseta verde con la misma tenacidad que lo caracterizaba en los clubes.
Sus momentos de gloria incluyeron la Copa Oro 2015, donde fue clave en la conquista del título contra Jamaica, robando balones y distribuyendo juego con precisión quirúrgica. En la Copa Confederaciones 2017, brilló, contribuyendo al histórico empate sobre Portugal y al cuarto lugar general. La Copa Oro 2019 fue su pico emocional, anotó el gol decisivo en la final ante Estados Unidos (1-0), un remate de volea que selló el bicampeonato y lo elevó a leyenda, con lágrimas en los ojos mientras besaba el escudo tricolor. Participó en Eliminatorias Mundialistas rumbo a Brasil 2014, Rusia 2018 y Qatar 2022, sumando caps en duelos clave como el 3-0 ante Panamá en 2021, su último juego con el Tri.
Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas. Una de las mayores polémicas surgió en 2010, que pese a su juventud y talento, Javier Aguirre lo dejó fuera de la lista para el Mundial de Sudáfrica, priorizando experiencia. Herido, rechazó incluso la invitación para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 bajo Luis Fernando Tena, optando por un “perdón, pero no” que generó titulares y debates sobre lealtad. Bajo Gerardo Martino, recuperó protagonismo, pero en 2024, a sus 34 años, tomó una decisión madura y anunció su retiro del Tri para priorizar al América. Fue un adiós sereno, sin amargura, cerrando un ciclo que lo vio pasar de promesa controvertida a pilar inquebrantable del orgullo nacional.
De la sombra de Giovani a ídolo eterno
De La Masía a tricampeón, su carrera enseña que la perseverancia vence al destino. En 2025, con contrato hasta fin de año, Jonathan Dos Santos no solo jugó; vivió, amó y se despidió como un guerrero, dejando un vacío que solo los grandes llenan. En cada gol que no anotó pero que permitió, en cada batalla perdida que forjó su alma, Jona nos recuerda que el verdadero legado no se mide en trofeos, sino en el fuego inextinguible de quien se atreve a soñar más allá de las sombras.
Vía El Táctico




