Ricardo Delgado Nogales nació el 13 de julio de 1947 en la ciudad de México. Conocido en el mundo del boxeo como “El Picoso”, Delgado destacó desde muy joven en la escena amateur, construyendo un palmarés que lo catapultaría al podio olímpico.
Inicios y ascenso en el amateurismo
Delgado comenzó a marcar su nombre en el boxeo nacional al coronarse tricampeón nacional en los años 1964 a 1966. Además, llegó al Campeonato Centroamericano y del Caribe de San Juan 1966 con un récord impresionante —125 victorias frente a sólo 4 derrotas— lo que confirmaba el talento que ya muchos observaban.
El oro olímpico de 1968: momento de gloria
El punto culminante de su carrera amateur llegó en los Juegos Olímpicos de México 1968, donde participó en la categoría de peso mosca (48-51 kg).
- En dieciseisavos tuvo bye.
- En octavos derrotó al irlandés Brendan McCarthy por decisión unánime.
- En cuartos venció al japonés Tetsuaki Nakamura también por 5-0.
- En semifinales superó al brasileño Servílio de Oliveira por 5-0.
- En la gran final, se impuso al polaco Artur Olech con igual marcador de 5-0, obteniendo la medalla de oro para México.
Este triunfo no sólo le dio fama inmediata, sino que lo posicionó como una de las figuras más importantes del boxeo mexicano del siglo XX.
Trayectoria como profesional
Tras el oro olímpico, Delgado pasó al profesionalismo en 1968.
Sin embargo, su paso por los cuadriláteros como peleador rentado no replicó el éxito de su etapa amateur. Su registro final fue de 14 victorias, 12 derrotas y 5 empates. Un punto relevante es que había iniciado con un invicto en sus primeros diez combates, pero tras una derrota frente a Davey Vasquez en 1971, su carrera comenzó un descenso que lo llevó al retiro en 1975.
Legado histórico y reconocimiento
El legado de Ricardo Delgado va más allá de sus números: su medalla de oro representa un hito para el boxeo mexicano. De hecho, México no ha vuelto a ganar una presea dorada en boxeo en unos Juegos Olímpicos desde 1968. Pase lo que pase en futuras ediciones, su nombre sigue siendo sinónimo de excelencia, esfuerzo y éxito en el deporte de los puños.
Asimismo, su apodo “El Picoso” da cuenta de su carácter combativo, su estilo decidido y su presencia determinante cuando más importaba.
Vía El Táctico




