El apunte
Los mexicanos y el ahorro para el retiro
Para México Cómo Vamos, el ahorro para la jubilación se realiza principalmente a través de las AFORE y los Planes Personales de Retiro (PPR). Ambos mecanismos buscan garantizar ingresos futuros, aunque operan bajo esquemas distintos y ofrecen diferentes niveles de flexibilidad, control y beneficios fiscales.
En México, el 58.6 % de la población ahorra activamente, pero de este total, sólo 2.6 % de hombres y 2.8 % de mujeres destinan recursos para la vejez o el retiro; la mayoría ahorra para destinos de corto plazo, como atender emergencias, imprevistos o gastos generales del hogar.
El Observatorio ACV actualiza sus datos y nos informa que un 76.5% de la población de 18 a 70 años tiene al menos un producto financiero formal, lo que representa un incremento de 8.7 puntos porcentuales respecto a 2021; pero solo 42.2% de la población de 18 a 70 años tiene una cuenta de ahorro para el retiro (un incremento de 3 puntos porcentuales respecto a 2021). De las personas con una cuenta de ahorro para el retiro, solo el 7.9% realizó aportaciones voluntarias. Esto representa un reto urgente para el sistema de pensiones y para la seguridad financiera futura.
Solo 42.2% de la población de 18 a 70 años tiene una cuenta de ahorro para el retiro. Un incremento de 3 puntos porcentuales respecto a 2021. Aunque 4 de cada 10 personas tiene una cuenta de ahorro para el retiro, existe una brecha de género de 17.2 puntos porcentuales: 51.4% de los hombres cuenta con una, frente a un 34.2% de las mujeres. Además, la magnitud de la brecha ha permanecido constante en el tiempo. Pero un hallazgo importante del estudio de MCV es que si el análisis se centra en las personas ocupadas (personas con un empleo) muestra que una vez que comparas mujeres ocupadas contra hombres ocupados desaparece la aparente mayor tendencia a ahorrar de los hombres entre la población general, e incluso, el porcentaje de mujeres ocupadas que ahorra es mayor al de los hombres.
¿Quién puede ahorrar en México? La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), nos indica que, si en el decil I se encuentran las personas con menores ingresos mensuales, mientras que en el decil X se encuentran las personas que reportan mayores ingresos mensuales, existe una asociación positiva entre el nivel de ingresos y la propensión de las personas a ahorrar, así como lo determinante que es que una persona se encuentre en un empleo formal para tener ahorros para el retiro.
La baja tenencia de productos financieros formales para el ahorro -especialmente cuentas para el retiro- se explica por dos fallas estructurales del mercado laboral mexicano: la baja participación laboral de las mujeres y la alta informalidad laboral. En México, tener un empleo formal es la condición determinante para tener una cuenta de ahorro para el retiro o en una AFORE. En 2024, 87% de las personas con un empleo formal tenían una cuenta de ahorro para el retiro, mientras que, para el caso de las personas con un empleo informal, solo era del 58%.
Para lograr que las personas puedan ahorrar voluntariamente y sigan mejorando la tasa de reemplazo para la vejez se tienen que mejorar diversos aspectos del problema como son el sistema de ahorro para el retiro, el mercado laboral, la inclusión financiera, el mercado potencial de ahorradores, la brecha de género, la pensión no contributiva y la cultura del ahorro.




