¿Te has preguntado cómo se ve la violencia digital? O bien, ¿la has vivido? Si eres mujer y vives en México, es probable que formes parte de las más de 9 millones de mujeres que han vivido violencia digital al menos 1 vez en su vida. A través de la campaña 16 Días de Activismo de ONU Mujeres, se exige una sola cosa: un mundo en el que la tecnología sea una herramienta para la igualdad, no para seguir ejerciendo violencia de género.

El internet es un lugar maravilloso; tiene potencial para la liberación, empoderamiento, transformación y generar miles de conexiones. Hasta que se convierte en un espacio de agresiones, abusos y violencia que muchas veces nos cuesta nombrar.
Y es que la violencia digital puede verse así: ciberacoso, doxing, deepfakes, difusión de imágenes íntimas sin consentimiento, desinformación y muchas más. Según la colectiva Luchadoras, existen hasta 13 formas de agresión en línea dirigidas a mujeres. Y con el aceleramiento de nuevas técnicas alimentadas por la IA, la ausencia de leyes eficaces y mecanismos de rendición de cuentas, se está intensificando de forma alarmante.
En México, y a nivel internacional, no existen suficientes leyes que prohíban o regulen el uso de estas formas de violencia, a pesar de que entre el 16% y 58% de las mujeres en todo el mundo denuncian violencia o acoso en línea. En el caso de los deepfakes, se estima que más del 90% de este contenido muestran a mujeres sexualizadas.
Sin embargo, las denuncias de acoso y violencia digital siguen siendo escasas para los sistemas judiciales. Y es notable, porque a pesar del surgimiento de casos y popularización de herramientas digitales, siguen estando insuficientemente equipados y las plataformas tecnológicas apenas rinden cuentas.
Hasta la fecha, existen algunas leyes que comienzan a evolucionar la forma en la que respondemos a este tipo de violencia, por ejemplo: la Ley de Seguridad En Línea (Online Safety Bill) en Reino Unido, otra similar conocida como Online Safety Act en Australia, el Reglamento de Servicios Digitales de la Unión Europea (UE), la ley Take it Down en Estados Unidos, hasta la Ley Olimpia en México. Sin embargo, de acuerdo con datos del Banco Mundial, estos logros se enfrentan con menos del 40% de los países que cuentan con leyes que protejan a las mujeres del ciberacoso, dejando al 44% de las mujeres y niñas del mundo (1.800 millones) sin acceso a protección jurídica.
Nos hemos dado cuenta que las leyes por sí solas no son suficientes para frenar este problema, y el hecho de que tus derechos varíen según donde vivas, hace lucir un panorama digital seguro para las mujeres todavía más lejano.
¿Qué recomienda ONU Mujeres?
- Cooperación a nivel mundial para garantizar que las plataformas digitales y las herramientas de IA cumplan normas éticas y de seguridad.
- Apoyo a las sobrevivientes de violencia digital mediante financiamiento para las organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos de las mujeres.
- Exigir que los agresores rindan cuentas mediante la mejora de las leyes y su aplicación.
- Que las empresas tecnológicas se comprometan a contratar a un mayor número de mujeres para crear espacios en línea más seguros, eliminar rápidamente los contenidos nocivos y responder a las denuncias de abusos.
- Inversiones en prevención y cambio cultural mediante capacitación en alfabetización digital y seguridad en línea para mujeres y niñas, y programas destinados a combatir las culturas tóxicas en línea.
De igual manera, ONU Mujeres comparte una guía práctica de seguridad en internet para niñas y mujeres de manera gratuita y accesible, así como más material de información en su sitio web. Hasta el momento, se encuentran trabajando en nuevas herramientas como: el complemento al Manual para la Legislación sobre Violencia Contra la Mujer y la Guía para los Servicios Policiales sobre Cómo Abordar la Violencia Facilitada por la Tecnología.




