La CNC advierte que aprobar la Ley de Aguas Nacionales sin consenso social podría detonar un estallido, al considerar que el agua es un derecho histórico construido por generaciones campesinas
Estrada Valdez señaló que los bloqueos recientes reflejan hartazgo por la falta de apoyos, reducción presupuestal y temor a perder acceso al recurso que sostiene la actividad agrícola y familiar
La organización alertó que la reforma podría provocar abandono de tierras, evasión fiscal, caída productiva y aumento en precios básicos como la tortilla, ante falta de una política integral para el campo
El dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Carlos Estrada Valdez, advirtió que aprobar la Ley de Aguas Nacionales sin tomar en cuenta la voluntad social podría desencadenar un estallido social, recordando que históricamente los movimientos y reclamos más fuertes del país han surgido desde el descontento campesino.
Explicó que las movilizaciones registradas en distintas regiones responden a un creciente hartazgo entre las comunidades rurales, pues consideran que el acceso al agua es un derecho adquirido desde generaciones pasadas. Además, subrayó que fueron los propios campesinos quienes construyeron la infraestructura hídrica que hoy sostiene al campo y que, pese a ello, enfrentan cada vez menos apoyo, menos presupuesto y menos programas.
En este sentido, Estrada Valdez mencionó que el descontento no es nuevo, pero sí ha llegado a un punto crítico. Apuntó que la toma de carreteras y los bloqueos recientes no son acciones habituales dentro del sector, sino respuestas desesperadas ante la amenaza que representa la reforma. “Están cansados porque el campo ha pagado las consecuencias de menos presupuesto, menos programas y menos de todo”, señaló.
Advirtió que, de avanzar la iniciativa, muchos productores podrían optar por dejar de pagar contribuciones e impuestos e incluso abandonar sus tierras, lo que tendría un impacto directo en la producción nacional. Cuestionó quién se hará cargo de sostener al país si los campesinos dejan de trabajar la tierra debido a la falta de condiciones dignas para producir.
Recordó que en México los conflictos más intensos se han originado por la tierra y por la falta de recursos para cultivarla. Enfatizó que el agua es el elemento fundamental para hacer productivo el campo y, por ello, retirarlo o restringirlo significaría “perderlo todo”. Recalcó que el problema no es solo regularizar el servicio, sino aplicar adecuadamente las reglas existentes, las cuales —insistió— no se ejecutan como deberían.
Estrada Valdez afirmó que la organización campesina rechaza la nueva ley reglamentaria porque considera que podría encender un conflicto nacional, iniciando precisamente entre quienes dependen del agua para sembrar y sostener a sus familias.
Además, advirtió que los bloqueos y la parálisis en el sector podrían provocar un incremento significativo en los precios de los alimentos. Puso como ejemplo el aumento reciente en el costo de la tortilla, el cual podría seguir elevándose debido a que los insumos tendrían que trasladarse desde regiones más lejanas. Lamentó que no exista una política integral que atienda la crisis del país y subrayó que los programas sociales no alcanzarán para garantizar la alimentación de las familias mexicanas.




