- Legislador denuncia falta de diálogo y recortes discrecionales en concesiones hídricas.
- Señala riesgos ante la eliminación de amparos y posibles presiones políticas en el país.
- Advierte entregas de agua a Estados Unidos sin consensos ni candados legales.
Durante una semana marcada por intensos debates legislativos en torno a la reforma de la Ley de Aguas, el diputado Federico Döring expresó su preocupación por lo que considera un proceso legislativo cerrado, discrecional y utilizado con fines políticos. En entrevista, afirmó que en México “se legisla como herramienta de propaganda”, al señalar que el gobierno federal emplea el Congreso para profundizar la polarización y avanzar propuestas sin diálogo con los sectores afectados.
Döring recordó que diversos productores del país habían solicitado consensos y mayor apertura, sin embargo, sostuvo que sus demandas fueron ignoradas. Relató que, durante la discusión en comisiones y posteriormente en el Pleno, se cancelaron rondas de debate y se impidió el acceso de los productores a la Cámara de Diputados. Además, indicó que el dictamen aprobado deja en el reglamento puntos fundamentales que, a su juicio, deberían estar claramente establecidos en la ley.
Al referirse a las afirmaciones del senador Ricardo Monreal, quien calificó la aprobación de la reforma como una “jornada histórica”, el legislador panista rechazó que existan certezas para los usuarios del agua. Señaló que el artículo 22 de la nueva legislación “expresamente” elimina la posibilidad de trasladar derechos de concesión de manera directa, mientras que los artículos 37 Bis 1 y 37 Bis 2 permiten únicamente solicitar el trámite, sin garantía de su autorización. En este punto, recordó el caso de Peña Blanca, en Calvillo, donde -según dijo- el gobierno retiró volumen de agua a productores que habían construido con sus propios recursos la infraestructura que dota a la zona.
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Explicó que la reforma plantea que, al vender o heredar tierras con pozo, los nuevos propietarios deberán volver a tramitar la concesión ante CONAGUA, un proceso que, consideró, abre espacio a decisiones discrecionales. “Si te llevas bien con el gobierno, pues probablemente te lo refrenden”, apuntó, al agregar que quienes no coincidan con las autoridades podrían enfrentar reducciones injustificadas. A este escenario, añadió la desaparición de los juzgados de distrito, lo que -advirtió- impediría que los usuarios se defiendan vía amparos ante recortes de volúmenes por supuesta falta de suficiencia hídrica.
Döring también expuso posibles impactos en estados fronterizos, particularmente en el manejo del Tratado de Aguas de 1944. Mencionó que, ante futuras revisiones del acuerdo con Estados Unidos, podría argumentarse una entrega adicional de agua que derive en reducciones para productores locales, pese a que el tratado solo regula el caudal compartido y no los afluentes que corren exclusivamente por territorio nacional. En este mismo sentido, criticó la Minuta 331, que -aseguró- otorgó agua del río San Juan a Texas sin consulta pública ni aprobación del Senado.
Finalmente, el legislador afirmó que el partido oficial mostró signos de retroceso durante el debate, luego de que, según relató, Morena cancelara rondas previamente pactadas al verse superado en argumentos técnicos y jurídicos. Tras agradecer el acompañamiento de especialistas que han seguido el tema, reiteró su llamado a mantenerse vigilantes frente a decisiones que puedan afectar el patrimonio hídrico de miles de familias en el país.




