- El municipio impulsa un modelo de reciclaje que permite pagar agua o predial con materiales recuperados.
- Más de 23 millones de pesos se han destinado a infraestructura hidrosanitaria y plantas de tratamiento.
- Avanza el saneamiento del río San Pedro con limpieza, retiro de carrizo y nuevos andadores.
En Jesús María, los servicios públicos se han convertido en un desafío creciente conforme el municipio continúa expandiéndose, particularmente en zonas de condominios. Ante ello, la autoridad local ha apostado por reorganizar y modernizar los esquemas de recolección, reciclaje y saneamiento para garantizar que el crecimiento urbano no rebase la capacidad operativa.
El alcalde César Medina explica que uno de los principales ajustes se ha dado en la recolección de residuos en cotos, donde algunos particulares ofrecían servicio privado utilizando contenedores municipales. Para evitar esas prácticas y dar un manejo adecuado a la basura, el ayuntamiento comenzó a vender el servicio de recolección a un costo menor que el de empresas comerciales, asegurando que todo el material llegue al relleno sanitario.
En paralelo, el municipio ha impulsado un modelo de reciclaje que ha tenido gran aceptación: los ecocentros. En estos espacios, cualquier ciudadano puede llevar PET, cartón o materiales recuperables y recibir a cambio un vale canjeable para pagar el agua potable o el predial. Si alguien recicla el equivalente a 100 pesos, obtiene un descuento directo en el recibo.
Además, quienes reciclan sin solicitar vales contribuyen a otra causa: con esos recursos se han adquirido más de 60 aparatos ortopédicos que el DIF municipal entrega a personas en situación vulnerable. Según Medina, este sistema ha permitido convertir la cultura del reciclaje en un beneficio social tangible.
En materia de predial, Jesús María ha logrado índices de recaudación superiores al 60%. No obstante, el ayuntamiento busca incentivar aún más el cumplimiento. Para el próximo año se propone un descuento especial para propietarios de terrenos que mantengan sus lotes limpios y sin maleza, con el objetivo de desalentar el abandono y reducir riesgos sanitarios.
El alcalde reconoce que uno de los retos más sensibles sigue siendo el agua. “Lo que se cobra no es el vital, sino llevar el agua a las casas”, recuerda. Jesús María es el único municipio del estado con facultad para suspender el servicio, producto de una controversia constitucional que reconoce la obligación de pagar por la infraestructura y operación del sistema hídrico.
Este año, la administración municipal destinó más de 23 millones de pesos a obras de agua potable, redes hidrosanitarias, rehabilitación de infraestructura y plantas de tratamiento. Medina señala que, aunque estas obras “no se ven”, son indispensables para evitar fallas recurrentes. Ejemplificó con la calle Aldama, donde las redes colapsadas provocaban cierres constantes y exigieron una intervención mayor para resolver el problema de fondo.
Otro frente prioritario ha sido el saneamiento del río San Pedro. El municipio ha restaurado dos kilómetros del cauce, retirando carrizo, limpiando descargas y construyendo andadores para incentivar la apropiación del espacio. El simple hecho de permitir que el agua corra, explica, eliminó los malos olores asociados al estancamiento.
Finalmente, el alcalde hizo un llamado a los jóvenes a involucrarse en la vida pública, convencido de que su participación refresca ideas y permite realizar proyectos extraordinarios.




