- La presidenta del Consejo Coordinador Empresarial de Aguascalientes (CCEA), Irma Patricia Muñoz de León, calificó 2025 como un año deficiente en materia económica, al señalar que se trata de “uno de los crecimientos más pobres que ha habido durante los últimos treinta años”.
Muñoz señaló que frente a este escenario se requieren políticas públicas que faciliten la productividad, ya que el panorama actual complica la operación especialmente de las micro y pequeñas empresas, que no cuentan con departamentos especializados para afrontar cargas fiscales, regulatorias y administrativas.
Respecto al incremento del 13% al salario mínimo, explicó que, si bien es una medida de justicia social, no todas las empresas pueden absorberlo, pues muchos negocios deben ajustar escalonamientos salariales completos, lo cual incrementa de manera general su nómina. “Algunos podemos hacerlo, pero no todas las empresas están en esas condiciones”, advirtió.
Asimismo, señaló que medidas como la reducción de la jornada laboral a 40 horas podrían tener efectos adversos si las empresas no logran cumplir: “¿De qué sirve disminuir la jornada si habrá empresas que no podrán sostenerla y terminarán en la informalidad?”, dijo. Esto implicaría menor recaudación y afectaciones a rubros esenciales como infraestructura, salud y educación.
La presidenta del CCEA insistió en la necesidad de apoyos reales para las empresas productivas, ya que incluso quienes cumplen con los incrementos salariales enfrentan un aumento en el Impuesto Sobre la Renta conforme los sueldos escalan hacia rangos superiores, lo que presiona sus costos operativos.
Sobre las causas del bajo crecimiento, apuntó a factores nacionales e internacionales: menor inversión, complicaciones en torno al Tratado de Libre Comercio y un entorno global que tampoco mostró dinamismo. “A nivel país, los datos no son alentadores. Si no se puede crecer, al menos deben existir programas que permitan que las empresas permanezcan en el mercado”, sostuvo.
Muñoz concluyó que el reto para 2026 es respaldar la productividad y evitar la pérdida de empresas, pues son las micro y pequeñas las que más dificultades enfrentan, al no contar con áreas internas que puedan absorber las crecientes obligaciones regulatorias y fiscales.




