Intereses económicos sobre la voluntad de las autoridades municipales y del Estado; sólo cambió el dueño
- Necesario saber quién tiene la concesión, cuánto costó y cuál es la obtención de ganancias
Son de reconocerse las magnitudes que ha adquirido la Feria Nacional de San Marcos (FNSM), inclusive a nivel internacional, pero no por esto deja de tener su prietito en el arroz, ya que el casino, aunque parezca ser algo tan normal para todos, siempre había sido un negocio que operaba con toda ilegalidad, situación que nunca permitió que ningún presidente de la República viniera, ni siquiera a darse una vuelta por la FNSM, ya que sabían que a todas luces la operación de éste era absolutamente ilegal, manteniéndose omisos de la situación, pero sin manifestar ser parte de lo que sucedía, señaló Nora Ruvalcaba Gámez, candidata al Senado por la coalición Movimiento Progresista.
Fue Vicente Fox, quien pretendió reformar el artículo correspondiente a la Ley de juegos y sorteos, sin embargo su iniciativa no prosperó en el Congreso de la Unión, pero fue por voluntad propia lograr reglamentarlo, sin generar la propia reforma a la ley, lo cual, de inicio representó una irregularidad, “esto demuestra el que no vivimos en un Estado de derecho (…) pues a pesar de que se aprueba el reglamento, se aprueban sólo ciertas medidas basadas en las reglamentaciones de algunos casinos en el mundo”, las cuales consisten en no enviciar a la gente, por lo que su instalación debe mantenerse al margen de algunas instituciones que deben estar alejadas de la perversión, como lo son las eclesiásticas y las educativas, principalmente.
La realidad es que los intereses económicos han estado de por medio en el actuar de las autoridades municipales, del Patronato de la feria y del propio Gobierno del Estado, por lo que comenta Ruvalcaba Gámez que lo único que se ha logrado cambiar es el dueño o usufructuario, pero de allí en más la operación continúa siendo totalmente ilegal, “lo único bueno es que se etiqueta una cuota de ingreso en el presupuesto por parte del concesionario, pero todavía son muchos los impuestos que no se ven reflejados en el presupuesto de egresos”, como por ejemplo los espectáculos que se presentan durante la feria en el palenque.
Este tipo de omisiones en el pago de los impuestos respectivos a los eventos que se realizan, evidentemente representan altos niveles de corrupción, impunidad y también de la famosa “tajada” de los funcionarios, quienes únicamente utilizan el poder público para lucrar con los ingresos que se tiene con base en estas actividades, “los principales cómplices en esta omisión es el Congreso del Estado, ya que sus 27 integrantes no pueden cerrar los ojos… al contrario, deben decirnos cuáles son los ingresos del palenque”. Asimismo, quien se encuentra al frente del Patronato de la feria debe hacer público quién es el usufructuario de cada concesión, cuánto costaron y qué ganancia les deja cada una de ellas.




