Flaco, ojeroso, cansado y con emociones… Con esa imagen abrió su discurso César Camacho, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, durante la clausura de la XXI Asamblea Nacional de tricolor; por supuesto, como lo que importa son las apariencias, lo primero que hizo fue variarle un poco al cargo oficial de Enrique Peña Nieto, para dejarlo en priísta y presidente de los mexicanos.
Porque a fin de cuentas, de eso se trató la asamblea, de oficializar el poder que para los priístas siempre ha tenido el presidente de la República sobre su partido, investidura que reciben mellada, sucia, desprestigiada pues, tras 12 años de Vicente Fox y Felipe Calderón. Así que lo importante es que el PRI oficializó lo obvio, ahora su Consejo Político Nacional (que se redujo de mil 200 miembros a 680) estará encabezado por Enrique Peña Nieto, en su nueva categoría de consejero político.
No faltará, lo sabemos, quien nos quiera endilgar una leccioncita de política y nos corrija diciendo que no entendemos nada, que lo más importante de la XXI Asamblea Nacional es el trabajo que realizan en cuatro mesas temáticas, coordinados por la secretaria general, Ivonne Ortega, Mariano Palacios Alcocer, Humberto Roque Villanueva, José Antonio González Fernández y Cristina Díaz; nos dirán que pasamos por alto la participación de más de 4 mil delegados acreditados y otros tantos miles de colados, perdón, “delegados fraternos”, con un solo objetivo: modificar la declaración de principios, estatutos y programas de acción del PRI.
Sin embargo, tras décadas y décadas de simulación, nos interesa destacar que se oficializan las funciones que siempre tuvo en las reglas del juego no escritas el Primer Priísta del país, en eso se puede resumir la reducción de la Comisión Política Permanente del PRI de 220 a 54 miembros; la también reducción del Consejo Político Nacional, ya comentada, y lo demás, está de más, adornos para darle una manita de gato a la vieja maquinaria y hacerla volver a la autopista de los tiempos actuales.
Crear una “Conferencia de Honor de amplia participación y vinculación de la militancia”, bueno, habría que verla funcionar con ejemplos precisos; formar una Secretaría de Vinculación con la Sociedad Civil, pues no parece más que la creación de otro brazo corporativista, de un lado el sector campesino, del otro el obrero, por acá las organizaciones populares y, como está de moda (desde mediados de los años 80), lo que no quepa lo ponen en “sociedad civil”.
Por supuesto, hay cambios importantes, no los hacemos a un lado, desde ayer, el PRI se da permiso de volver a abrazar a sus hijos pródigos, a quienes cedieron a la tentación del cargo público y compitieron bajo otras siglas; se permiten las “candidaturas externas” y tomar en cuenta los estudios demoscópicos; además los candidatos a presidente de la República y gobernadores ya no necesitarán haber tenido antes cargos de elección popular, sino tener sólo 10 años de militancia. Eso sí, todos esos permisos bajo la sombra protectora del caudillo.
Lámpara sin luz. En su discurso de Camacho Quiroz, tras convocar al primer priísta de la nación, definió el estado anímico del tricolor en todo el país: “triunfamos sin triunfalismo; ganamos sin derrotar a nadie; recuperamos la Presidencia sin arrebatos de fuerza”, o como diría Paquita la del Barrio, están como reloj sin manecillas, una Biblia sin Jesús.
Hacer bola. En las imágenes de la XXI Asamblea Nacional no faltaron las nuevas diapositivas que engalanan todo álbum familiar moderno: montones de cabecitas agachadas sobre las pantallas de los smart-phones, informando al mundo a través de las redes sociales que estuvieron ahí, a los correos y cuentas de Twitter de La Jornada Aguascalientes, no faltaron los mensajes e imágenes de quienes presumían formar parte de la historia porque estuvieron ahí. Miren, miren, venimos a la reunión. Ajá, ya sabemos, ya lo dijimos, también hubo miles de “delegados fraternos”, hacer bola no es mérito.
Acerca de la utilidad de hacer bola. El fin de semana, el delegado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Emilio Jiménez Ancona, hizo lo posible por minimizar el golpe recibido por la detención de la líder moral del SNTE, Elba Esther Gordillo: es natural, defendió, es común que los dirigentes sindicales desvíen recursos, a nombre de la maestra, pidió que nadie aventara la piedra, porque “hay que reconocer que somos humanos y podemos cometer errores, aquí no vamos a buscar culpables, vamos a seguir adelante, hay nuevo presidente, nuestra vida sindical tiene que seguir, ahora más fuertes que nunca, hay mucho que hacer en el sistema educativo, nosotros estamos haciendo lo que nos toca”. Y ahora que no hay nadie que les asegure el vuelo chárter y la mochada, pues no saben qué hacer.
Es el caso de otra maestra, Silvia Luna Rodríguez, a quien se le subió a la cabeza la posibilidad de suceder a Elba Esther Gordillo, y quien, evidentemente, no ha sabido leer las señales que desde Los Pinos se envían con la aprehensión. La ex dirigente de la sección I del SNTE, cree que todavía puede encarecer la alianza con el Panal, como si los bonos de Nueva Alianza no hubieran sido recibido una revolcada y en vez de tratar de salvar lo que se pueda con el PRI, atiende el llamado del ex gobernador Luis Armando Reynoso Femat, con quien sostuvo un largo encuentro el sábado pasado. ¿Qué se pueden ofrecer dos náufragos, si no es consuelo?
La del estribo. Ya tiene lista su campaña de imagen Óscar López Velarde, y está a cargo del mismo productor regiomontano que hizo en 2010 la de Carlos Lozano de la Torre, Producciones Color Magie Film y Tape, S.A. de C.V., de Filmk Group, de Norberto Núñez Camargo, neolonés con oficinas también en la Ciudad de México. El dato importante no es que sea la misma firma que trabajó la pasada campaña del gobernador, sino que los empresarios regiomontanos aseguran que van a trabajar para el mero mero, es decir, creen que realizarán la campaña para obtener la “joya de la corona”. La Comisión de Procesos Internos del PRI tiene aún por delante 10 largos días para dictaminar quiénes serán los precandidatos y prácticamente candidatos. Así las cosas, o algo saben, o se arriesgan los publicistas. Suerte.
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