- Los 306 kilómetros de fallas geológicas deben evitar crecimiento especulativo
- Se perfila nuevo Código Urbano para el Estado de Aguascalientes
En la capital, Oscar López Velarde Vega, secretario de Gestión Urbanística y Ordenamiento Territorial, puso en marcha el décimo de 14 foros, cuyo objeto es generar una consulta pública que desemboque en el nuevo Código Urbano para el Estado de Aguascalientes.
Después de aseverar que en la entidad “no volverá a haber viviendas de 21 metros cuadrados”, anotó que, de febrero a la fecha, el Consejo Técnico ha recabado la opinión de 3 mil 200 ciudadanos.

Dada la existencia de una zona conurbada (Aguascalientes-Jesús María) habitada por un promedio de 1 millón de personas, consideró que no se puede permanecer con una reglamentación urbana del siglo pasado.
Tras declarar que el producto de este desfase son 56 mil casas deshabitadas, López Velarde citó la realización de 250 ponencias por especialistas en 16 temas.
En su momento, Javier Aguilera García, jefe de Gabinete en Gobierno del Estado, mencionó la idea de compartir responsabilidades en un tema prioritario para la administración como es el señalado.
Respecto a la generación del documento, Lorena Martínez Rodríguez, alcaldesa, auguró el “renacer de la planeación y el crecimiento armónico del estado y el municipio”.
En entrevista con los medios de información, el propio secretario de Gestión Urbanística recalcó que, en Aguascalientes, la medida mínima para una casa habitación es de 33 metros cuadrados, por lo cual no se autorizará el arranque de fraccionamientos que incumplan las normas.
Así, tras comentar sobre el número de inmuebles desocupadas, desmenuzó el fenómeno para decir que “no las habitan porque no tienen ni escuelas donde dejar a sus hijos y los jefes de familia y sus esposas trabajan, ¿con quién dejan a los hijos o en qué escuelas están?”.
Otro tema importante es la “densificación” de la mancha urbana, añadió, pues en la entidad hay más de tres mil hectáreas de lotes baldíos y casi dos mil hectáreas de lotes autorizados a fraccionamientos que no se han urbanizado.
Un proceso de densificación implicaría el aprovechamiento de los terrenos que ya cuentan con servicios públicos, refirió a su vez.
“Creo que 306 kilómetros longitudinales de fallas y grietas son suficientes para entender que no podemos seguir creciendo en una urbanización explosiva y especulativa”.




