- Más de 500 niños disfrutaron del programa Vacaciones Felices del DIF Municipal.
- Durante tres semanas realizaron actividades recrativas bajo la supervisión de animadores y maestros.
Como cierre de su programa Vacaciones Felices del DIF Municipal, la mañana de ayer se clausuraron los cursos de verano DIFneylandia en la duela municipal donde más de 500 niños tuvieron la oportunidad de desarrollar habilidades, convivir y aprender valores durante tres semanas en las instalaciones del DIF Municipal.
Elizabeth Martínez, presidenta de este organismo, y las familias de los participantes atestiguaron pequeñas representaciones de las actividades que los niños realizaron a lo largo del curso, como parte del cierre del ciclo. Indicó la funcionaria que “fue un gran regocijo tener a los niños y al equipo de animadores y maestros en nuestro último curso de verano de la administración”, detalló la presidenta del DIF al tiempo que agradecía a todos la confianza depositada en el cuidado de sus hijos, quienes tuvieron 12 actividades diferentes como yoga, baile, teatro, deportes, expresión corporal, cocina y manualidades.
Cada año se maneja una temática distinta. En esta ocasión cada equipo llevaba por nombre alguna película de Disney con los cuales se buscó que los niños aprendieron valores de forma divertida para que los practiquen en su vida diaria.
Lorena Martínez mencionó que el DIF se ha caracterizado por estar atendido por profesionales, que jugando y divirtiéndose muestran a los menores lo que está bien y lo que está mal, para que al llegar a casa continúen el aprendizaje con sus padres.
La alcaldesa mencionó que la próxima administración encontrará a un DIF fortalecido y rehabilitado, pues a lo largo de su gestión se buscó hacer un relanzamiento de la misión que tiene el organismo, partiendo de un principio básico: el desarrollo integral de la familia.
Por tanto, los esquemas paternalistas de las dádivas tradicionales que se asociaban a él se fueron eliminando, para que los recursos se invirtieran en acciones y programas que lograran desarrollar capacidades en los niños, jóvenes y adultos para la creación de un mejor desarrollo integral dentro de las familias.
Por esta razón, se modificaron los programas hacia los adultos mayores y personas con discapacidad y de manera especial, la generación de esquemas que permitieran una integración más completa en el núcleo familiar.
La inversión, desde el punto de vista presupuestal, se basó en la dignificación de los espacios, ya que si se ha hablado tanto de dignificar la vida de las personas se tiene que iniciar “desde casa”, para que al llegar a tomar los cursos o talleres encuentren un lugar limpio y amplio, apropiado a sus necesidades.
Foto: Gilberto Barrón




